Orbita alrededor del Sol a una distancia de 140 unidades astronómicas (UA) y, aunque aún no se ha definido ni caracterizado, ya puede decirse que, hasta ahora, es el objeto más lejano jamás identificado en el sistema solar. Su distancia con respecto al Sol es asombrosa (más de 20.000 millones de kilómetros). El hallazgo ha tenido lugar de manera casi accidental por el astrónomo Scott Sheppard, que dirige la búsqueda del enigmático Planeta X desde el Instituto Carnegie para la Ciencia. A pesar de no haber dado con él, en el camino están encontrando pistas muy interesantes para la Astronomía.
El antecedente más cercano en el tiempo de este objeto es un planeta enano descubierto en órbita a 120 UA a finales de 2018. Se le apodó FarOut, por lo que este nuevo encuentro podría llamarse FarFarOut. El equipo de astrónomos de Sheppard anunció, también el año pasado, la detección de otro planeta enano, The Goblin, en 65 UA, y una docena de lunas previamente desconocidas orbitando Júpiter.
Migas de pan hacia el Planeta X
Curiosamente, una nevada le impidió a este científico impartir una conferencia la semana pasada, por lo que se dispuso a revisar datos e imágenes. Su sorpresa fue mayúscula cuando dio con este nuevo morador del universo, según cuenta en su cuenta de Twitter.
Ahora tiene por delante un trabajo de al menos un año para analizarlo y aprender más sobre él. Considera que estos descubrimientos suponen un avance en la búsqueda del Planeta X, ya que sus órbitas podrían estar bajo el influjo de este hipotético planeta y, de ser así, darían señales inequívocas para saber dónde puede estar.
“Estos objetos distantes son como migas de pan que nos llevan al Planeta X”, señaló Sheppard el año pasado. “Cuanto más podamos encontrar, mejor podremos entender el sistema solar exterior y el posible planeta que creemos que está configurando sus órbitas, un descubrimiento que redefinirá nuestro conocimiento de la evolución del universo”.