La historia de superación de Yasmayra De Los Santos Cordero, una joven dominicana residente en Italia, ha conmovido a la comunidad criolla en el exterior. Con apenas 18 años emigró desde República Dominicana con un sueño: convertirse en profesional del Derecho. Ese anhelo hoy es una realidad, tras culminar con honores sus estudios en la Universidad Estatal de Milán.
Desde su ingreso a esta prestigiosa casa de estudios, Yasmayra se destacó por su disciplina, constancia y sobresaliente rendimiento académico. Sus profesores la reconocen como una estudiante ejemplar, guiada por un firme propósito de superación y compromiso social.
Orgullo dominicano: joven se gradúa con honores en Derecho en Milán
Durante su proceso formativo, recibió el apoyo de figuras clave del cuerpo diplomático dominicano en Italia. El embajador Iván Ernesto Gatón y el cónsul general en Milán, Miguel Vásquez Peña, jugaron un papel relevante en su desarrollo personal y profesional, brindándole orientación y respaldo en momentos decisivos.
Lo que debes saber de Yasmayra
- Migró a Italia a los 18 años para estudiar.
- Recibió apoyo consular y hoy trabaja en el Consulado dominicano.
- Es referente positivo para la diáspora dominicana en Europa.
- Su historia destaca el poder de la educación y la superación.
De los estudios a la acción consular
Actualmente, De Los Santos Cordero forma parte del equipo del Consulado General de la República Dominicana en Milán, donde se desempeña como asesora jurídica. Desde esta función, ha trabajado en la atención legal de la comunidad dominicana en la región, canalizando orientaciones y acompañamientos en temas de alto valor humano.
Su trabajo ha sido descrito como cercano, empático y resolutivo, convirtiéndose en un referente positivo dentro del cuerpo consular. Gracias a su cercanía con los ciudadanos, ha logrado fortalecer los lazos entre el Estado dominicano y su diáspora en el norte de Italia.
Una historia que inspira a la diáspora dominicana
Para Yasmayra, este logro académico es mucho más que un título: representa el esfuerzo de toda una comunidad. “Este logro no es solo mío, es también de mi familia, de mi país y de todos los dominicanos que han tenido que salir de su tierra con un sueño y el corazón lleno de esperanza”, expresó.
Su testimonio se suma al de cientos de jóvenes dominicanos en el extranjero que luchan por abrirse paso con esfuerzo, mérito y profesionalismo. En medio de retos migratorios, diferencias culturales y barreras lingüísticas, historias como la de Yasmayra reafirman el valor del esfuerzo, la identidad y el compromiso con el país.