Nuestros dirigentes olímpicos y federados se mantienen a la zaga en temas de trascendencia para el Movimiento Olímpico Mundial.
Es inconcebible que se hayan producido ‘’ dos terremotos de 9 grados en la escala de Richter’’ en el Movimiento Olímpico Mundial y nuestros dirigentes, sobre todo, nuestro comité olímpico dominicano y su presidente, Garibaldy Bautista, hayan permanecido ajenos a estos acontecimientos, sin dar señales de que fijarán posición al respecto, como lo harán otros comités olímpicos del mundo.
El primer terremoto ocurrió cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, defendió valientemente el derecho que tienen los jugadores rusos y bielorrusos de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París, 2026.
El jefe del COI fue más lejos al criticar la injerencia de los gobiernos y la política en los juegos olímpicos.
La situación es sumamente compleja, pues Thomas Bach ha enarbolado el respeto a los derechos humanos de los jugadores rusos y bielorrusos y ha establecido su posición como jefe del olimpismo mundial, que el Comité Olímpico Internacional se opone a todo tipo de discriminación y que el COI siempre apostará a la paz y ser un ente unificador de todos los países a través del deporte.
Tomando en cuenta que el presidente del Comité Olímpico Dominicano nos visitará hoy domingo 5 del mes en curso, pienso que el Comité Olímpico Dominicano y su presidente, Garibaldy Bautista, tienen una gran oportunidad de brindar un apoyo irrestricto al presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
Lo atinado sería que esa decisión de solidaridad con el distinguido visitante, que se está jugando una ficha peligrosa, sea por escrito y emanado de una decisión institucional.
El otro terremoto al que hago alusión, se produjo con la decisión de casi 30 países que han comenzado a presionar al Comité Olímpico Internacional para que reconsidere la readmisión de los atletas rusos y bielorrusos y su participación en los Juegos Olímpicos de Francia.
Thomas Bach y el COI necesitan el respaldo de la mayoría de los comités olímpicos y con la presencia del distinguido alemán a esta patria de Duarte, nuestro comité olímpico tiene una oportunidad de oro para apoyar y mostrar madurez.
La presión al COI será permanente, de hecho, el Parlamento Europeo está muy activo y en constante presión para dejar fuera a los atletas rusos y bielorrusos.
Pienso que Thomas Bach y el COI están al lado de la razón y de la historia al defender los derechos humanos de todos los atletas del mundo, sin excepción.
Recibamos a Thomas Bach con abrazos solidarios y fraternos.
Ramón Rodríguez