El creador de los juegos de Mario y Zelda, la leyenda Shigeru Miyamoto, ha concedido una entrevista al periódico The New York Times, en donde explica por qué Nintendo no va a usar inteligencia artificial en sus juegos.
Es algo que ya había insinuado el propio presidente de Nintendo, Shuntaro Furukawa, en la última junta de accionistas: “La IA generativa, que se está convirtiendo en un gran tema últimamente, puede utilizarse de forma creativa, pero reconocemos que también puede plantear problemas con los derechos de propiedad intelectual”.
Problema de copyright aparte, hay otras razones por las que Nintendo no es amiga de la inteligencia artificial.
Nintendo dice “no” a la IA
El genio Shigeru Miyamoto es, posiblemente, el desarrollador de videojuegos más legendario y querido. Desde que revolucionó las máquinas recreativas en los años 80, con Donkey Kong, sus juegos de Mario, The Legend of Zelda, y otras sagas míticas, han modelado la filosofía de Nintendo.
Miyamoto lleva unos años apartado del desarrollo de videojuegos, ahora es el productor ejecutivo de las películas de Nintendo. Su primer título, Super Mario Bros: La película, ha sido un gran éxito de taquilla.
El creador de Mario ha concedido una entrevista a The New York Times, en donde le preguntan sobre el uso de la IA en los videojuegos.
Esta es la respuesta de Miyamoto: “Podría parecer que vamos en dirección contraria por ir en dirección contraria, pero en realidad se trata de buscar lo que hace especial a Nintendo. Se habla mucho de la IA, por ejemplo. Cuando eso ocurre, todo el mundo empieza a ir en la misma dirección, pero ahí es donde Nintendo prefiere ir en una dirección diferente”.
La respuesta de genial desarrollador tiene sentido, porque Nintendo es una compañía tradicional de videojuegos, en el sentido más literal de la palabra. Incluso me atrevo a decir que es la única gran compañía que todavía conserva la esencia de los primeros videojuegos. En muchos sentidos, aún desarrolla sus grandes éxitos de la misma forma que hace 40 años.
Solo Nintendo puede lanzar juegos como The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, que salió ayer mismo, y ser un éxito de crítica y ventas con una jugabilidad de hace 30 años, más propia de los juegos de la portátil Gameboy Advance, o de la Super Nintendo, en los que se basa este título.
Para Nintendo, la creación de videojuegos es un trabajo artesanal: diseñadores, programadores y artistas que trabajan juntos durante 3 o 4 años en un mismo título. Por eso no hay un juego de Mario o Zelda canónico cada año. Los juegos vertebrales solo salen cada 4 o 5 años.
Usar inteligencia artificial para generar los gráficos o programar, les obligaría a cambiar su forma de crear juegos. Y también, a sumarse a la corriente de la competencia.
Nintendo es una compañía mucho más pequeña que Sony o Microsoft, y sabe que no puede competir con ellos. Solo puede sobrevivir creando propuestas únicas, como la propia Nintendo Switch, para diferenciarse del resto.
Rechazar la IA es apostar por la creación de videojuegos artesanales, que tanto valoran los gamers, y que han dado la espalda el resto de plataformas. Crear videojuegos cuesta mucho tiempo y dinero, así que todas las compañías, de cara o a escondidas, van a usar la IA de forma masiva para crear gráficos, programación, diálogos, NPCs, y todo lo que se les ponga por delante.
Nintendo es diferente. Quizá por eso, es la compañía más querida y rentable de la industria. La última referencia de un estilo de hacer videojuegos que se remonta al nacimiento de este medio, hace 50 años.
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