Este será un verdadero duelo de estrellas. Por un lado, está un equipo con 86 selecciones combinadas al Juego de Estrellas, 2.700 millones de dólares en ganancias en la cancha y donde cada jugador del equipo es campeón de la NBA, medallista de oro olímpico o ambas cosas.
Por otro lado, hay un grupo de jóvenes que aún no tienen mucho currículum.
Bienvenidos al renovado Juego de las Estrellas de la NBA, un minitorneo de eliminación simple: cuatro equipos de ocho jugadores, tres partidos, victoria del primero que llegue a 40 puntos y un elemento de David contra Goliat incluido para completar la apuesta. Se llevará a cabo el domingo por la noche en San Francisco, la última forma en que la NBA intenta que el evento de mitad de temporada vuelva a ser competitivo.
“Es definitivamente diferente, definitivamente interesante”, dijo Jalen Brunson de Nueva York. “Ya veremos. Estoy tan interesado como tú”.
Ya no hay más enfrentamientos entre la Conferencia Este y la Conferencia Oeste. Hay cuatro equipos con nuevos nombres: Shaq’s OGs, Kenny’s Young Stars, Chuck’s Global Stars y Candace’s Rising Stars, todos ellos un guiño a los analistas de TNT y a los grandes del baloncesto Shaquille O’Neal, Kenny Smith, Charles Barkley y Candace Parker.
En la primera semifinal se enfrentarán el equipo de Smith y el de Barkley. La segunda semifinal es la que más intriga despierta: el equipo de O’Neal, formado por algunos de los nombres más importantes de la historia del baloncesto: LeBron James, Kevin Durant, Stephen Curry, James Harden, Damian Lillard, Kyrie Irving, Jaylen Brown y Jayson Tatum.
Se enfrentarán a este grupo de jugadores de primer y segundo año que se ganaron su lugar en el All-Star al ganar la competencia Rising Stars del viernes: Stephon Castle de San Antonio, Keyonte George de Utah, Ryan Dunn de Phoenix, sus compañeros de equipo Zach Edey y Jaylen Wells de Memphis, Trayce Jackson-Davis de Golden State, Dalton Knecht de Los Angeles Lakers y Amen Thompson de Houston. Buenos jugadores, sin duda, pero no son All-Stars, al menos oficialmente.
Y aún así, podrían ganar el Juego de las Estrellas.
“Creo que probablemente por eso implementaron este tipo de formato, para aumentar ese sentido de orgullo y no querer estar en el lado equivocado de eso”, dijo Lillard. “Quiero decir, ya veremos. Creo que una cosa sobre un equipo lleno de jugadores jóvenes es que saldrán y jugarán con algo de energía. Jugarán rápido. Creo que eso probablemente aumentará la competencia”.
Según BetMGM Sportsbook, el equipo Rising Stars es, con diferencia, el que tiene pocas posibilidades de ganar este torneo. Es justo decir que no se espera mucho de ellos. Pero dicho esto, Mac McClung, que se enfrentó a ese equipo en el partido por el título de la competencia Rising Stars el viernes por la noche, dijo que no los descartaría.
“Siguen siendo jugadores de baloncesto de la NBA. Siguen siendo muy buenos jugadores de baloncesto”, dijo McClung. “Y creo que la sensación que todos tienen ahora es de alegría. Veremos qué tan competitivo es el juego. Estoy ansioso por verlo yo mismo”.
Ésa es la razón principal del cambio: la competencia, o al menos la esperanza de tener alguna.
El Juego de las Estrellas del año pasado estableció todo tipo de récords: un resultado final de 211-186, casi todo fueron triples o mates, y eso no le sentó bien al comisionado Adam Silver y al resto de los responsables de la NBA. No quieren un caos como el del séptimo partido. Quieren un mejor producto.
Así, la idea del torneo se hizo realidad.
“Me gusta arriesgarme a hacer algo diferente, sabiendo que el juego se había estancado durante un par de años”, dijo Curry. “Creo que funcionará simplemente porque será algo nuevo para todos”.
Al menos un jugador ha prometido jugar a la defensiva en este Juego de las Estrellas. Victor Wembanyama de San Antonio, uno de los principales candidatos a jugador defensivo del año y que participa en el Juego de las Estrellas por primera vez, dijo que está dando lo mejor de sí.
“Ese es el objetivo”, dijo Wembanyama. “El objetivo no es relajarse, por supuesto”.
Dentro de los números
Para ilustrar la magnitud del desajuste —en el papel— en la segunda semifinal, consideremos lo siguiente:
Los OG de Shaq tienen a los anotadores número 1 (James), número 8 (Durant), número 13 (Harden), número 27 (Curry), número 37 (Lillard), número 81 (Irving), número 220 (Tatum) y número 337 (Brown) en la historia de la NBA.
El máximo goleador de los Rising Stars: Ese sería George, empatado en el puesto 1.813 en la lista de goleadores de todos los tiempos.
El formato
Es bastante simple: partidos sin tiempo, gana el primer equipo que consiga 40 puntos, no se cometen faltas y se aplican prácticamente las reglas habituales. No hay partido de consolación.
Los jugadores del equipo ganador reciben 125.000 dólares cada uno. Los jugadores del equipo que termina segundo reciben 50.000 dólares cada uno. Los otros dos equipos reciben 25.000 dólares por jugador.
