En un giro impactante, se han presentado cargos penales contra notables personalidades involucradas en la masiva campaña de vacunación que marcó la respuesta global a la pandemia del COVID. Entre los acusados se encuentran el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, Bill Gates, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el CEO de Pfizer, Albert Bourla, y la directora de la Agencia Europea de Medicamentos, Emer Cooke, entre otros.
La denuncia, presentada por miembros de la organización internacional de Derechos Humanos Unidos por la libertad, acusa a estas figuras de genocidio global y crímenes contra la humanidad debido a su presunta participación en la autorización, desarrollo, suministro y aplicación del tratamiento de Pfizer-BioNTech. Los demandantes alegan que estas acciones ponen en riesgo la vida de 451 millones de ciudadanos de la Unión Europea.
La presentación legal, de 24 páginas, fue realizada ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya el 1 de diciembre. Se argumenta que el acuerdo de compra anticipada entre Pfizer-BioNTech y la Unión Europea se realizó a pesar de conocerse que el tratamiento no había sido adecuadamente aprobado. La denuncia sostiene que los gobiernos implicados sabían que el tratamiento no evitaría la propagación del virus y acusa a las autoridades de ignorar los Derechos Humanos al introducirlo de manera obligatoria.
El documento detalla acusaciones específicas contra cada uno de los acusados. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, es señalado por celebrar una cumbre presidencial instando a líderes a comprometerse con el uso masivo del tratamiento. Por otro lado, Bill Gates es acusado de beneficiarse económicamente de la pandemia, siendo uno de los principales accionistas de Pfizer-BioNTech y de financiar organizaciones vinculadas a la respuesta global al virus.
Albert Bourla, CEO de Pfizer, es señalado por no detener la producción y distribución del tratamiento a pesar de recibir más de 158,000 informes individuales de consecuencias fatales en las primeras 12 semanas de su implementación. Emer Cooke, directora de la Agencia Europea de Medicamentos, es acusada de no examinar adecuadamente los lotes del tratamiento y de elogiar su evaluación sin un análisis exhaustivo.
La denuncia también destaca los contratos secretos entre la Unión Europea y Pfizer-BioNTech, negociados por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Se afirma que Von der Leyen aseguró un cuasi monopolio para la empresa farmacéutica y no informó adecuadamente sobre los riesgos del tratamiento.
Estos impactantes cargos plantean preguntas fundamentales sobre la gestión de la respuesta a la pandemia y la transparencia en los acuerdos comerciales entre gobiernos y empresas farmacéuticas. El mundo ahora espera el desarrollo de estos procesos legales y la verdad detrás de estas acusaciones.
