Cuando un satélite averiado está en órbita, lo habitual es pensar en una misión espacial para solucionar el problema. Pero estas operaciones suelen implicar viajar al espacio o incluso la intervención de astronautas, lo que requiere una inversión significativa de tiempo, dinero y esfuerzo.
Sin embargo, un hacker alemán llamado PistonMiner ha demostrado que no siempre es necesario hacer una misión para reparar un satélite. Sorprendentemente, esta persona logró reactivar un satélite que llevaba inoperativo desde 2013, hackeándolo desde la Tierra.
El BeeSAT-1, un cubesat desarrollado por la Universidad Técnica de Berlín y lanzado en 2009, fue diseñado como un proyecto experimental para demostrar que los satélites más pequeños podían utilizar tecnologías avanzadas, al igual que los modelos grandes.
No obstante, en 2013, el pequeño satélite comenzó a enviar datos erróneos a la Tierra, lo que dificultaba su uso. Poco después, su sistema de respaldo también falló, dejándolo inoperativo. Los expertos culparon a la radiación solar, que se creía había dañado los componentes electrónicos.
Un error de software, no un fallo físico
PistonMiner, tras analizar el fallo, descubrió que el problema no estaba relacionado con daños físicos, sino con un error en el código del software del satélite averiado. Esto provocaba que los datos transmitidos fueran inutilizables.
Identificar esta causa fue un gran avance, pero solucionarlo no era una tarea sencilla, ya que el BeeSAT-1 no tenía la capacidad de recibir actualizaciones remotas.
El hacker encontró una vulnerabilidad en el código del satélite, concretamente en el sistema utilizado para procesar comandos enviados desde la Tierra. Esta vulnerabilidad le permitió acceder al sistema y corregir el código defectuoso sin necesidad de estar físicamente en órbita.
Reparar el BeeSAT-1 no fue tarea fácil. El satélite orbitaba la Tierra a una altitud de 700 kilómetros, pasando sobre Berlín cada 90 minutos. Sin embargo, el tiempo disponible para conectarse a él era limitado: PistonMiner tenía solo 15 minutos en cada órbita para enviar los comandos necesarios.
Este corto margen de tiempo requería una ejecución precisa. Tras múltiples intentos, el hacker consiguió transmitir los comandos adecuados y corregir el error en el código del software. Como resultado, se logró reactivar un satélite que había sido dado por perdido desde el año 2013.
Reparar un satélite averiado desde la Tierra no solo representa un ahorro significativo de recursos, sino que también demuestra la importancia de diseñar sistemas espaciales que puedan ser gestionados y reparados de forma remota.
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Etiquetas: Curiosidades, hackers