EL NUEVO DIARIO, DALLAS.- ¿El mundo al revés? Quizás. Desde hace semanas se habla de los posibles movimientos que podrían acometer los Lakers de cara a ser aspirantes al anillo en la campaña 2023-24. Opciones hay muchas, por supuesto, pero la que ha sonado con más fuerza es la de incorporar a Kyrie Irving para el puesto de base al ser este agente libre. El point guard está de acuerdo, pero solo en la forma y no en el fondo.
Según informa Shams Charania de The Athletic, Irving quiere volver a jugar con LeBron James y se ha puesto en contacto con él, pero no para reunirse en los Lakers, sino para palpar la posibilidad de que se reencuentren en Dallas.
Conforme se acerca a la agencia libre, todo apunta a que Irving tiene como prioridad continuar jugando en los Mavericks; tanto es así que hace semanas el periodista Eric Pincus de Bleacher Report señaló que podría tener apalabrada su renovación. Sea así o no, lo que parece claro es que el plan A de la organización de Texas es seguir contando con él, algo que han recalcado al rechazar la opción de realizar un sign-and-trade para conseguir a D’Angelo Russell.
La información manejada por Charania aporta un nuevo impulso a lo explicado hace días por Chris Haynes. El periodista de Bleacher Report explicó que Irving quiere que los Mavs busquen un traspaso en verano para hacerse con los servicios de LeBron James y formar un Big Three junto a Luka Doncic.
Lo cierto es que un movimiento en cualquiera de las dos direcciones se antoja realmente difícil. James ha dejado caer que le gustaría volver a jugar con Irving, pero los intentos de conseguirlo tanto el pasado verano como en la fecha límite de traspasos de febrero no funcionaron. Lograrlo ahora como agente libre es casi imposible, ya que también deberán hacer una importante inversión para conseguir retener a Austin Reaves.
Si hablamos de hacerlo al revés, con El Rey yendo a Dallas, mover su contrato de 46,9 millones de dólares para la 2023-24 y su opción de jugador para la siguiente temporada por 50,6 millones de dólares, es igualmente difícil. Haría falta un enorme paquete de activos para convencer a los Lakers y, aún en ese caso, lograr encajar tres grandes contratos bajo el nuevo convenio colectivo se antoja realmente complicado.
