EL AUTOR es químico. Reside en Santiago
Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL
Este texto está dirigido a todas las personas que han tenido que abandonar temporal o permanentemente el lugar donde han nacido o se han desarrollado. También, a aquellos que piensan mudarse lejos de sus lugares de origen.
Es un regalo especial para todos los dominicanos que viven en cualquier parte del mundo.
Quizás, entre los asuntos culturales que más marcan a una persona están los temas gastronómicos (todo lo que tiene que ver con las comidas y bebidas). No importa donde vayas, además de los seres queridos, lo primero que se extraña es el sabor de las comidas y de las bebidas.
Por tal razón, en este breve escrito se señalará los aspectos químicos esenciales que explican el sabor de los alimentos preparados en casa o los industrializados.
Tomaremos como ejemplo el arroz blanco. Cuando se cuece un arroz blanco se utiliza fundamentalmente un recipiente con agua (H2O), Sal común (NaCl) y calor. El sabor final y textura del arroz, además de las técnicas del cocinero, dependerá de la composición química del agua (su dureza) y del tipo de sal común. Esto es, la sal común comercial puede ser de origen marino o de mina. Además, su composición química puede ser alterada en un proceso industrial.
Todo lo anterior implica que, aunque un mismo cocinero se traslade a otro país con el mismo arroz, el sabor de ese arroz será diferente debido a que la composición química del agua y de sal en el exterior son diferentes.
Y vamos más lejos, la composición química de los refrescos gaseosos de la misma marca que se venden en América Latina, América del Norte y Europa es diferente. Por esa razón, quienes han viajado sienten la diferencia del sabor de estas bebidas.
Los dominicanos suelen utilizar altas concentraciones de sal en las comidas. También, se utilizan concentraciones significativas de carbohidratos (azúcares). Esto explica por qué hay quejas de dominicanos en muchos países, los cuales repiten frecuentemente «Esta gente come desabrío”, «Esos dulces no saben a nada». Y otras expresiones que se explican por las razones que se están exponiendo en estas líneas.
Un mismo producto vegetal se cultiva en dos países diferentes, y aunque se haga toda la magia del mundo, la composición química del mismo producto será diferente. En consecuencia, el sabor, textura y propiedades fisicoquímicas del producto que creció en un país también serán diferentes al que creció en el otro.
No importa lo que hagas cuando estés lejos de tu tierra, la comida que prepares nunca tendrá el mismo sabor porque su composición química será diferente.
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