Para anunciar la exaltación al Salón de la Fama del Deporte Dominicano, de un verdadero Inmortal, el Pabellón envió un amplio reporte a los medios cuyo inicio es digno de repetir.
Dice “El deporte dominicano y sus atletas han contado con grandes aliados desde las redacciones deportivas, estudios de televisión y cabinas de radio.
Ese mecenazgo de los comunicadores hacia los atletas ha permitido que el trabajo de periodistas sea valorado y premiado por instituciones como el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Por eso, es que en las últimas décadas el sector de la comunicación ha colocado actores de primera línea entre los que son inmortalizados cada año”, cierro la cita.
Nada más justo y aplicable a nuestros colegas que han recibido en los últimos ceremoniales “El Espaldarazo de la Gloria”.
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Y, en el caso que trataré en los adelante es más emotivo y relevante, pues recibirá la Inmortalidad en el deporte, un incansable trabajador, asesor y hacedor de bienes sin mirar a quien, no solo en el área deportiva, sino en el accionar general de su vida.
No habría ni siquiera que señalar su nombre para que el lector sepa que me refiero a Leo Corporán.
Se honra el Pabellón de la Fama al recibir ese hombre digno que no desmaya y pecho hacia adelante enfrenta situaciones en el deporte, exigiendo transparencia y mejores resultados.
Se honra la Sociedad Dominicana, al recibir la grata noticia de que uno de los periodistas deportivos que hace opinión a diario y que ha contribuido con el crecimiento del deporte nacional, he reconocido en vida.
Se honra la clase periodística presenciando como organismos tan importantes, como en este caso, el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, premia a comunicadores que trabajan fuerte y que han hecho de su vida periodística un sacerdocio.
El Editor Deportivo del periódico vespertino El Nacional de Ahora, será elevado a los más alto del deporte dominicano, la inmortalidad, durante el 57 Ceremonial a celebrarse en el mes de noviembre.
Leonardo de Jesús Heredia Castillo, por razones de seguridad en tiempos difíciles que vivió el país, adoptó un pseudónimo, por el que todos lo conocemos: Leo Corporán.
El “Marchante” nació el 6 de noviembre de 1946 en San Cristóbal, hijo de Juan Heredia Corporán y Estela Castillo (fallecidos).
Leo es el segundo de cinco hermanos, de los cuales fallecieron recientemente Juan José (marzo del 2022) y Juan Ramón (abril de este año) Heredia Castillo. Rosa María y María Altagracia son sus otras hermanas.
Leo Corporán tiene una dilatada carrera periodística de más de 50 años, en los que se ha distinguido, repito como un incansable promotor del deporte en todas sus manifestaciones, así como un protector y aliado por excelencia de los atletas.
Vayan pues, mis felicitaciones, a su esposa, mi amiga Cecilia Guerra, a sus hijos César, Cecilia y Amaury, a quienes conozco desde pequeños.
Abrazos a distancia a sus compañeros del periódico y una copa de vino blanco al Marchante, por éste otro gran logro.
¡Brindemos!
Héctor García
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