La entrada en política de Elon Musk no le ha hecho ganarse muchos simpatizantes. Por desgracia, las protestas pacíficas frente a los concesionarios de Tesla han dado paso a incidentes violentos. El último, una explosión en una estación de supercargadores en Lacey, Washington (Estados Unidos).
Las decisiones políticas de Elon Musk, a cargo del DOGE, un departamento de recorte de gastos, no han sido muy populares. Ha despedido a miles de funcionarios, ha dejado sin cuidados médicos a miles de personas con pocos recursos, ha cerrado docenas de programas de apoyo al medio ambiente, y cientos de proyectos científicos.
Muchos de los afectados han decidido protestar atacándole donde más le duele: sus empresas. Un movimiento llamado Tesla Takedown lleva semanas organizando manifestaciones pacíficas en los concesionarios de Tesla.
Los atentados contra Tesla continúan
Como suele ocurrir casi siempre, a las protestas pacíficas se apuntan los violentos, que aprovechan para descargar su ira con pintadas en vehículos Tesla, quema de coches, rotura de cristales en concesionarios, e incluso algún tiroteo.
Uno de los atentados más graves tuvo lugar ayer en la localidad de Lacey, en Washington. Alrededor de la 1:34 de la madrugada, los vecinos comunicaron a la policía local que habían escuchado una fuerte explosión en la calle.
La policía se personó en el lugar, y descubrió que alguien había colocado un pequeño explosivo en la estación de Supercargadores de Tesla del lugar.
Como se ve en la foto de apertura de la noticia, la explosión ha provocado la destrucción de lo que parecen los servicios de la instalación, pero no parece haber afectado a los supercargadores. Aun así, la policía ha acordonado el lugar.
Las autoridades han explicado en X que están investigando el incidente como “delito malintencionado”, que describe el daño intencionado a la propiedad de alguien, y anima a cualquiera que tenga información a ponerse en contacto con el FBI.
Aunque en términos legales se acoge dentro de la definición de vandalismo, ya que se trata de un pequeño explosivo casero, el gobierno de Trump dijo hace unos días que todos los ataques contra Tesla se considerarían terrorismo, lo que podría suponer unos años en prisión.
Las cosas son peor que Europa, en donde los coches Tesla aparecen con pintadas nazis, y muchos usuarios han quitado el escudo de Tesla en su coche para poner uno de otra marca, o llevan una pegatina que dice: “Compré este coche antes de que Elon Musk se volviera loco”.
Elon Musk abandonará el gobierno de Trump para salvar Tesla
Con apenas un par de meses en política, el propio presidente ha dicho que Elon Musk abandonará “dentro de poco” su puesto. Las ventas y acciones de Tesla están cayendo en picado, y solo hay dos soluciones: o que abandone la política, o que deje de ser CEO de Tesla.
Además, Elon Musk se ha mostrado en contra de los aranceles de Trump, que afectan gravemente a sus empresas. Se ha enfrentado públicamente a Peter Navarro, el ideólogo de estas tarifas, al que ha llamado “imbécil” y “más tonto que un saco de ladrillos” en X.
La ruptura de Elon Musk con Donald Trump es inminente, pero queda por ver si eso es suficiente para terminar con las agresiones a la infraestructura de Tesla, y para salvar a la compañía…
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Etiquetas: Coche eléctrico, Tesla, Elon Musk