¿Pueden las plantas componer música? Obviamente, no. Pero el artista conceptual y carpintero Love Hultén se las ha ingeniado para construir una máquina que crea melodías y sonidos esotéricos a partir de la vida interior de las plantas.
Una planta es un ser extraño para los seres humanos, criaturas sociales y sensibles que nos cuesta conectar con otro organismo que no se mueve, y no parece sentir.
Pero las plantas son, por encima de todo, seres vivos, y aunque por fuera no lo demuestren más allá del crecimiento y los cambios estacionales, por dentro tienen una rica vida interior.
La máquina para escuchar a las plantas
Como hemos comentado, Love Hultén se define como un artista audiovisual y carpintero especializado en trabajos a mano. Toda su obra está diseñada, fabricada y montada por él mismo en su taller de Gotemburgo (Suecia).
Hultén se ha especializado en crear sintentizadores y otras máquinas que producen música, de aspecto retro.
Una de las más curiosas es lo que el artista llama Desert Songs, una máquina para producir música con las constantes vitales de las plantas. Puedes verla en el vídeo de apertura de la noticia.
Desert Songs utiliza Plantwave, un pequeño dispositivo que traduce los biodatos de la materia orgánica en música MIDI.
No es que las plantas compongan música. El dispositivo detecta cambios minúsculos en la corriente eléctrica que generan las plantas durante su actividad biológica. Actúan como resistencias eléctricas vivas. Es una verdadera aletoriedad orgánica que Plantwave interpreta como ondas de sonido, que se pueden convertir en música.
Para este proyecto Love Hultén decidió usar varios cactus, debido a su escasa y esporádica actividad. El jardín de cactus incluye unos cuantos especímenes diferentes conectados a sondas, y las salidas de las plantas individuales se pueden cambiar sobre la marcha utilizando puntos de conexión.
Las señales MIDI se envían a un pequeño sintetizador Korg NTS-1 para una sencilla conformación de ondas, y luego se genera una atmósfera utilizando el Microcosm de Hologram Electronics.
Para completar el aspecto del entorno del laboratorio biológico, se creó un visualizador MIDI personalizado que imita los cloroplastos bajo el microscopio.
Lo cierto es que la música que generan los cactus con esta máquina para escuchar la música de las plantas, parece que les pega, y en ciertos momentos incluso tiene algo de coherencia. Una forma diferente de relacionarnos con ellas, más allá de regarlas y cuidarlas.