La misofonía es un trastorno neurológico importante, porque afecta a las relaciones con otras personas, incluida la pareja o los hijos. Un estudio llevado a cabo por el King’s College London del Reino Unido ha determinado que casi el 20% de las personas sufren esta afección mental, y la mayoría no son conscientes de ello.
La misofonía es un trastorno mental que produce una sensibilidad selectiva al sonido. A las personas que padecen misofonía les molesta el ruido provocado por el cuerpo de otras personas, incluidos sus seres queridos.
Por ejemplo, toser, masticar, absorber, oler, estornudar, hacer crujir los nudillos, besar, etc. También entra en este grupo ciertos sonidos como el tic tac de un reloj, o el ronroneo de un motor de coche.
Es importante entender que no se trata de una molestia leve, que podemos sentir todos cuando alguien tose o absorbe por una pajita en una comida, por ejemplo. Quienes sufren misofonía sienten verdadera ira, angustia o pánico cuando escuchan estos sonidos, especialmente si se repiten con frecuencia.
Este malestar provoca desde ganas de agredir a la persona que está estornudando, aunque sea tu abuela o tu pareja, hasta el tener que salir corriendo de alli.
Casi el 20% de la población, con misofonía
Aunque no es un trastorno grave en sí mismo, ya que no produce reacciones más allá de la mencionada ira, pánico o angustia cuando escuchas esos sonidos, sí puede afectar gravemente a las relaciones sociales, especialmente si conoces a alguien que los produce con frecuencia.
Quiene sufren misofonía también se sienten culpables, porque sienten ira hacia una persona que puede ser su pareja, su madre o sus hijos, por algo que saben que no tiene importancia.
Curiosamente, el sonido solo molesta si lo producen los demás, si lo haces tú, aunque sea idéntico, no tiene consecuencias.
El mencionado estudio británico, recogido en el Daily Mail, llevó a cabo un encuesta entre 772 personas sobre los ruidos que les molestaban gravemente, y descubrió que el 18,4% de los participantes sufre misofonía. Solo 2.3% lo sospechaba, y solo el 13,6% conocían este trastorno neurológico.
La misofonía afecta por igual a hombres y mujeres, y la edad media de las personas que la padecen es de 43 años.
El estudio asegura que los ruidos que demuestran que tienes este trastorno, son si te estresas al oír respirar o tragar la comida. El resto ya depende de los grados de malestar.
Si sospechas que padeces misofonía, la afección neuronal que produce malestar cuando escuchas sonidos producidos por el cuerpo de otras personas, lo primero es saber que es algo común que sufren casi el 20% de las personas. Y lo segundo, acudir a un psicólogo para que te ayuda a normalizar e ignorar estos ruidos.