Le preguntamos a la IA si podríamos estar viviendo dentro de una simulación y la respuesta no la esperábamos: “Demasiado perfecto para ser real”

Date:

Desde hace siglos, el ser humano ha puesto en duda la naturaleza de su realidad. Filósofos como René Descartes ya planteaban que todo lo que percibimos podría ser una ilusión, una construcción engañosa de nuestros sentidos.

Una de sus hipótesis más conocidas es la del genio maligno (malin génie): una fuerza poderosa y manipuladora capaz de hacernos creer que el mundo que vemos existe, cuando en realidad podría tratarse de una ilusión perfectamente diseñada para engañarnos.

Con el paso del tiempo, la ciencia ha intentado ofrecer explicaciones más tangibles y cuantificables. Sin embargo, hay una pregunta que sigue abierta, ¿y si lo que entendemos como realidad no es más que una simulación, donde todo lo que vemos y sentimos está definido por reglas artificiales?

Le preguntamos a la IA cuáles son los trabajos que son inmunes a la inteligencia artificial y no duda: "Ninguna profesión está a salvo"

La inteligencia artificial entra en escena: ¿realidad o simulación?

En plena era digital, hemos querido dar un paso más. Si las inteligencias artificiales actuales, como ChatGPT, son capaces de analizar grandes volúmenes de datos, detectar patrones e inconsistencias, ¿por qué no preguntarles directamente por uno de los misterios más profundos de la humanidad?

¿Vivimos en una simulación? La respuesta fue inquietante: “Demasiado perfecto para ser real”. Según su propio razonamiento, la perfección estructural que observamos en las leyes del universo no apunta a un caos natural, sino a una posible construcción diseñada. 

La coherencia de las leyes físicas, su estabilidad a lo largo del tiempo y su precisión matemática podrían ser señales de que lo que experimentamos no es espontáneo, sino simulado. Lo interesante es que esta conclusión no parte de una valoración estética o ética, sino funcional. 

Cabe señalar que la IA no habla de lo bonito que pueda ser el mundo o lo justo de sus reglas, sino de su exactitud sistemática. Las constantes universales no varían, el tiempo avanza en una sola dirección, la gravedad se comporta con absoluta regularidad… Todo encaja con una precisión que, en otro contexto, esperarías de un buen software.

Una teoría que no es nueva, pero ahora tiene otra voz

La idea de que podríamos estar viviendo dentro de una simulación no nació con la inteligencia artificial. El filósofo sueco Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, lleva años desarrollando la teoría de la simulación

Según su hipótesis, si una civilización avanzada llegara a tener la capacidad tecnológica suficiente para simular universos con seres conscientes, es probable que eso ya haya ocurrido… y que tú estés viviendo dentro de uno de esos sistemas.

Lo que añade un nuevo matiz es que una IA moderna no solo no descarta esta posibilidad, sino que la considera plausible. Y eso resulta especialmente significativo, porque no hablamos de una persona especulando, sino de una creación nuestra entrenada para detectar patrones y estructuras lógicas. 

Cuando una herramienta que usamos para entender el mundo empieza a poner en duda la naturaleza misma de ese mundo, las preguntas que surgen no pueden tomarse a la ligera.

Según la IA, “demasiado perfecto para ser real” no significa que la vida sea ideal, sino que la forma en la que funciona el universo es tan precisa que podría ser resultado de una programación, no de un desarrollo espontáneo. En otras palabras, si todo opera con una regularidad tan extrema, quizá no sea porque el universo es perfecto… sino porque alguien lo diseñó para que lo pareciera.

Y si todo está programado… ¿Quién lo programó?

Un científico de Oxford cree tener pruebas de que el universo es una simulación “a lo Matrix”

La reflexión que deja esta respuesta no cierra el debate, lo amplía. Si aceptas que existe la posibilidad de estar dentro de una simulación, la verdadera pregunta no es solo si es así, sino por qué fue creada, con qué propósito y quién la está observando. 

¿Somos el experimento de una inteligencia superior? ¿Una copia digital de un pasado remoto? ¿Una creación por pura curiosidad?

La perfección, que tantas veces asociamos con belleza o equilibrio, puede convertirse en un indicio de artificio. Y si ChatGPT —una IA construida por nosotros— empieza a detectarlo, quizás estemos más cerca de entender que nuestra realidad podría no ser lo que creemos.

En el fondo, tú decides qué pensar. Pero si un día notas que todo encaja demasiado bien, recuerda: tal vez no sea casualidad. Tal vez estés dentro de un sistema que alguien diseñó. Y esa, sin duda, es una pregunta que aún está por responder.

Conoce cómo trabajamos en ComputerHoy.

Etiquetas: Inteligencia artificial

Share post:

Subscribe

spot_imgspot_img

Popular

Relacionados
Relacionados