Los Chicago Bulls dedicaron este sábado un glorioso homenaje a Derrick Rose, elegido como número uno absoluto en el draft de 2008, MVP en 2011 y uno de los mejores jugadores de su historia, que anunció el pasado septiembre su retirada del baloncesto tras 16 años en la NBA.
El United Center se llenó por completo, pese a que las entradas más baratas superaran los 150 dólares, para homenajear a Rose durante el partido entre los Bulls y los New York Knicks, otra franquicia en la que el MVP dejó su huella.
Los gritos ‘MVP’ interrumpieron varias veces los cerca de 20 minutos de ceremonia, a la que acudieron excompañeros de Rose como Luol Deng o Joakim Noah.
“Más allá del rival, sabíamos que teníamos al mejor jugador en pista”, aseguró Noah en un sentido discurso que provocó la conmoción de Rose, sentado a pocos metros de su excompañero.
En el parqué del United Center fueron colocadas dos columnas de rosas, un guiño al apellido ‘Rose’, y varios bancos en los que estuvieron sentados familiares y amigos del MVP de 2011.
Rose, sentado al lado de su madre, se levantó para dar las gracias al público y, en su discurso, destacó que en cada momento de su vida ha intentado diferenciar entre “ser bueno y ser grande”.
El deseo de excelencia le acompañó durante toda su carrera y es una enseñanza que quiere dar cada día a sus hijos, aseguró Rose.
Gran ambiente en Chicago
Había un ambiente de fiesta en Chicago para celebrar a uno de los mejores jugadores en la historia de los Bulls, un Derrick visiblemente emocionado que llegó con varias horas de antelación al United Center.
Cada jugador de Bulls y Knicks saltó a la pista a calentar con unas camisetas especiales con los números 1, 4 y 25. Esta combinación representaba la fecha (en Estados Unidos se coloca el mes antes del día), y también los tres dorsales más significativos llevados por Rose.