EL NUEVO DIARIO, NUEVO YORK.- Nueva York, una ciudad en la que cada año mueren 12.000 personas por fumar, prohibirá a partir del próximo 1 de enero la venta de cigarrillos y otros productos de tabaco en las farmacias, incluidas las ubicadas en supermercados y grandes superficies.
El Departamento de Salud de la Gran Manzana anunció esta medida en un comunicado, cuyo objetivo es reducir el consumo de tabaco entre la población.
Las ventas de cigarrillos electrónicos ya se prohibieron en las farmacias en agosto pasado, cuando entró en vigencia la nueva licencia para minoristas de cigarrillos electrónicos en Nueva York.
Ambas medidas forman parte de un paquete legislativo promulgado por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en agosto de 2017.
El consistorio neoyorquino recuerda que el consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte evitable, causando unas 12.000 muertes cada año en la ciudad.
A pesar de la disminución en la tasa de fumadores, todavía hay más de 860.000 adultos y 13.000 jóvenes que fuman en la ciudad de Nueva York.
Una de las cadenas más importantes de farmacias en Estados Unidos, CVS Pharmacy, y varias farmacias independientes ya dejaron de vender voluntariamente productos de tabaco hace tres cuatro años, pero cerca de 500 farmacias siguen vendiendo productos de tabaco en Nueva York, según datos del municipio.
“El consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prevenible en la ciudad de Nueva York, y reducir su disponibilidad es clave para proteger la salud de los neoyorquinos”, dijo la teniente de alcalde de Salud y Servicios Sociales, la doctora Herminia Palacio.
Según Palacio, “la gente confía en que las farmacias les ayuden a mantenerse bien, deberían ayudar a los fumadores a dejar de fumar, no al contrario. Estoy emocionada de ver el impacto que este reglamento tendrá en la salud de los neoyorquinos”.
El alcalde Bill de Blasio firmó un paquete de leyes en agoto de 2017 para reducir el consumo de tabaco, que incluye el aumento de los precios mínimos para todos los productos de tabaco; limitar el número de minoristas; crear una licencia de venta minorista de cigarrillos electrónicos no abierta a farmacias, prohibiendo en estos establecimientos los e-cig; limitar el número de minoristas de cigarrillos electrónicos; y promocionar espacios libres de humo en entornos residenciales como las viviendas protegidas.