Panorama Nacional. El comunicador Obniel Ramírez ponderó este viernes hasta qué punto se ha irrespetado la supervisión de la cosa pública, a raíz del caso de corrupción de Senasa, el cual debió ser auditado y supervisado por el Congreso desde los fondos que asigna en el Presupuesto Nacional. Se aprobaron dos billones de pesos para el 2026 y preocupa quién fiscalizará la calidad del gasto.
Las declaraciones del conductor de “Con todo menos con miedo” fueron dadas en el marco del megaescándalo de Senasa, “aprueban el presupuesto, pero, no van a donde Luis para que le diga dónde metieron los 16 mil millones de Senasa”.
“Tenemos un Congreso, sencillamente, que aprueba el despilfarro. Yo no veo que los legisladores se pongan de pies… la Constitución dice que el Congreso es el contrapeso, lo que debería ser la oposición de los presidentes de la República, pero, resulta que el Congreso es un sello de todos los presidentes”, explicó Ramírez.
Se refirió al pasado del gobierno de Leonel Fernández “el Congreso para el Progreso”, un grupo de congresistas que aupaban las decisiones leonelista. En el caso de Danilo Medina recordó que lo llamó suyo, “para darle en la madre al presupuesto nacional”. Al día de hoy no se sabe en qué se gastaron esos fondos para Punta Catalina extraídos del Banreservas.
“La Constitución es la única que puede hacerle juicio político al presidente y destituirlo, todos los años debe ir al Congreso y dar cuentas. El Poder Legislativo es el más plural y representa al pueblo porque han sido votados. Mientras, el Poder Ejecutivo que la gente vota por el presidente y el pone al ministro de Turismo, al de Hacienda”, explicó.
Resaltó que cuando un legislador se pone de pies para solicitar o pedir reivindicaciones le tildan de que busca sonido.
Dijo que algunos de los miembros del caso Senasa ostentan con carros lujosos, yate, “yo no he escuchado al presidente del Senado que se la da en más papita que el Papa, otro que vive tumbándole polvo al presidente, y a la Cámara de Diputados vamos a investigar”.
No se preguntaron los mecanismos con los cuales los funcionarios violaron desde el Estado y ni licitaron para ciertas cosas, según Ramírez, “los procesos fueron arreglados a lo que les convenía, por eso había ese río de dinero”.




