Según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas y la organización Hábitat para la Humanidad aproximadamente 2,800 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por la insuficiencia de vivienda, y alrededor de 1,100 millones de personas residen en barrios marginales y asentamientos informales.
En un mundo donde millones de personas carecen de viviendas adecuadas, la organización Hábitat para la Humanidad ha estado haciendo un llamado a la reflexión sobre el significado de un «hogar» y la necesidad crítica de vivienda en República Dominicana y en todo el mundo.
La entidad estima que más allá de ser una cuestión humanitaria, la vivienda también tiene un impacto significativo en la economía y el desarrollo sostenible de un país.
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La campaña global de incidencia «Hogar es» de Hábitat para la Humanidad tiene como objetivo abogar por cambios en las políticas que garanticen un acceso equitativo a viviendas adecuadas, especialmente para aquellos que residen en asentamientos informales.
Destaca que esto no solo es una cuestión de derechos humanos, sino que también tiene un profundo impacto en la economía del país.
La directora nacional de Hábitat RD Cesarina Fabián, destacó la importancia de trabajar en conjunto con aliados, la comunidad y el gobierno para cambiar y acelerar las políticas en todos los niveles.
Garantizar que cada persona tenga un lugar seguro al cual llamar hogar no solo es un imperativo moral, sino que también puede impulsar el desarrollo económico y reducir la desigualdad en el país.
En un momento en que la República Dominicana y el mundo enfrentan desafíos económicos, la inversión en vivienda adecuada no solo satisface una necesidad básica, sino que también contribuye a un crecimiento económico sostenible y a una sociedad más justa.
La reflexión sobre lo que significa «hogar» no solo debe ser un ejercicio de conciencia, sino también un llamado a la acción para mejorar la vida de miles de dominicanos y, al mismo tiempo, impulsar la economía del país.
Dijo que la falta de viviendas adecuadas no solo afecta la calidad de vida de las personas, sino que también tiene un impacto negativo en la economía.
La inversión en vivienda no solo crea empleos en la construcción, sino que también estimula una serie de industrias relacionadas.
Además, la propiedad de viviendas fomenta la estabilidad económica de las familias, ya que proporciona un activo valioso y un lugar seguro para vivir.
