Los Bitcoin Ordinals se han apoderado de Web3, o al menos, eso parece. Desde que el ingeniero de software Casey Rodarmor lanzara el protocolo el 21 de enero, el sector ha sido un hervidero de fans y haters de Ordinals.
Eso sí, para ponernos en contexto, ahora mismo y con todo el éxito, en el momento de escribir estas líneas existen menos de 40.000 Ordinals. ¿Por qué son tan escasos? La inmensa mayoría de la gente no sabe todavía cómo comprarlos, y mucho menos cómo crearlos.
Con mayores barreras de entrada, esto significa que abundan las oportunidades potenciales. Pero también implica mayores riesgos. Si estás listo para arriesgarte y aprovechar el potencial de los ordinales, el reportaje de hoy te interesa.
En primer lugar, es esencial comprender algunos puntos críticos sobre Ordinals que el aficionado medio a las NFT puede desconocer. No es fácil de entrar a este mundo, pero vamos a esforzarnos para que salgas con ciertas nociones básicas aprendidas.
¿Qué es Ordinals?
Cada Bitcoin se divide en 100.000.000 unidades llamadas satoshis (o sats). El nuevo protocolo Ordinals permite a las personas que operan nodos Bitcoin inscribir cada satoshis con datos, creando algo llamado Ordinal.
Esos datos inscritos en Bitcoin pueden incluir contratos inteligentes, que a su vez permiten las NFT. A grandes rasgos, los Ordinales son NFT que se pueden acuñar directamente en la blockchain de Bitcoin.
Pero eso no es exactamente así. Así solo se entiende a grandes rasgos, pero hay algunas diferencias importantes entre las NFT y los Ordinales.
¿En qué se diferencian los Ordinals de los NFT?
Las NFT en Ethereum (o una blockchain de Máquina Virtual Ethereum) a menudo apuntan a datos fuera de la cadena en el Sistema Interplanetario de Archivos (IPFS) -un sistema descentralizado de almacenamiento de archivos, algo así como el disco duro de la Blockchain- que se puede cambiar utilizando metadatos dinámicos.
Por ejemplo, algunos proyectos de NFT actualizan los metadatos de cada NFT para mejorar la calidad de la imagen. Incluso pueden pedir a sus titulares que pulsen el botón “actualizar metadatos” en OpenSea para obtener la nueva imagen de mayor calidad.
Esta capacidad de cambiar los metadatos de una NFT alude a una deficiencia que Rodarmor intentaba mejorar cuando creó el nuevo protocolo. En opinión de Rodarmor, las NFT son “incompletas” porque muchas requieren datos fuera de la cadena.
En cambio, los ordinals son “completos” porque todos los datos se inscriben directamente en la cadena. Por eso Rodarmor se refiere a ellos como artefactos digitales, no como NFT.
Además, los NFT suelen llevar aparejados derechos de autor, mientras que los artefactos digitales no. Según Rodarmor, un ordinal “pretende reflejar lo que los NFT deberían ser, a veces son, y lo que las inscripciones son siempre, por su propia naturaleza”.
Todo esto para decir que los Ordinales en Bitcoin no solo pueden significar un cambio cultural para Bitcoin, sino que en realidad pueden ser una mejora técnica de las NFT. Con esto como telón de fondo a toda la cuestión.
Las inscripciones de ordinales más notables
La comunidad de Web3 no tardó en darse cuenta de las fascinantes colecciones y las llamativas ventas que se produjeron poco después del lanzamiento de Ordinals. Apenas unas semanas después de su lanzamiento, algunas piezas empezaron a venderse por cientos de miles de dólares.
Como puedes ver, si quieres llegar pronto al mercado de los ordinales tendrás que encadenar una red de tareas tediosas para conseguirlo. Pero esa oportunidad puede merecer la pena. Eso sí, ten cuidado y aprende lo que puedas antes de aventurarte. No serías el primero/a que se arruina por el camino en sector Bitcoin.
