los nuevos casos de cólera en el país se duplicaron con creces, superando los 3.850. Foto/fuente externa
EL NUEVO DIARIO, KINSASA. – La ONG humanitaria Oxfam advirtió este miércoles de que los casos de cólera y mpox aumentan «peligrosamente» en la República Democrática del Congo (RDC), mientras el recorte de ayuda estadounidense socava el sistema sanitario, especialmente en el conflictivo este del país.
Sólo en Kivu del Norte (noreste), provincia azotada por un conflicto avivado por la reciente ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), en la última semana de febrero los casos de cólera aumentaron en 326, los de mpox en 269 y los de sarampión en 95 personas, según organizaciones socias de Oxfam sobre el terreno.
En enero, los nuevos casos de cólera en el país se duplicaron con creces, superando los 3.850, y 67 personas fallecieron, lo que representa el triple de muertes que el mes anterior, según cálculos de la ONG basados en datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La violencia persistente y el desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) «están acelerando el colapso del frágil sistema de salud del país, dejando a millones de personas indefensas ante enfermedades prevenibles como el cólera», subrayó Oxfam en un comunicado.
Desde la escalada del conflicto este año en la parte oriental del país, la RDC ha enfrentado importantes reveses en el control del cólera y la mpox (antes conocida como viruela del mono).
El país carece de centros de diagnóstico y hospitales funcionales y la destrucción de los campamentos de personas desplazadas durante la violencia, incluyendo infraestructura vital de agua y saneamiento, está agravando la situación, según la organización.
«Esto se está convirtiendo en una catástrofe humanitaria descomunal», aseveró el director de Oxfam en la RDC, Manenji Mangundu.
Además, los recortes de ayuda de EE.UU. representan una amenaza inmediata para la vida de 7,8 millones de desplazados internos que ya luchan por obtener alimento, agua y refugio.
Las zonas más afectadas incluyen áreas de Kivu del Norte como Kirotshe y la capital provincial, Goma, donde las familias desplazadas, en condiciones de hacinamiento, tienen poco o ningún acceso a agua potable.
Más de 70 centros de salud y centros de pruebas en Kivu del Norte han quedado completamente destruidos y los que aún funcionan no pueden hacer frente a los múltiples brotes de enfermedades prevenibles.
«Nuestro hospital dependía al 100 % de la ayuda humanitaria», declaró Kamara Wabomundu, miembro del personal de la Oficina Central de la Zona de Salud de CCLK/Bulimba, uno de los socios de Oxfam.
«Cuando se nos cortó la financiación, todo se vino abajo; no teníamos un plan B. Ni los hospitales ni las comunidades estaban preparados. Estamos pidiendo a la gente que pague por la atención médica cuando ni siquiera pueden permitirse su próxima comida”, enfatizó Kamara.
USAID ha sido el principal donante en la RDC y la mayoría de las agencias de ayuda, incluida Oxfam, dependían de su financiación para brindar asistencia vital.
USAID aportó a la RDC más de 838 millones de dólares en 2024, incluidos 414 millones de dólares destinados a las necesidades humanitarias derivadas del conflicto y el desplazamiento en curso.
«Cada momento de inacción significa que se pierden más vidas que podrían salvarse», alertó Mangundu.