En 2012, un grupo de científicos se quedó sin palabras cuando intentó determinar la edad de un animal encontrado en la Antártida. Los análisis indicaban que había vivido 11.000 años. Cuando se construyó la primera pirámide egipcia, ya tenía 5.000 años.
Se trata de un ejemplar de Monorhaphis chuni, una esponja marina que se encontró en 1986. Estas esponjas tienen anillos que crecen anualmente, como los árboles. Durante un análisis en 2012, se contaron 11.000 anillos.
Hasta 1765 se creía que las esponjas marinas eran plantas, porque no se mueven. Pero se descubrió la existencia de corrientes internas de agua, así que ahora se catalogan como animales.
Una esponja de mar con 11.000 años de edad
Los animales más longevos de la Tierra tienen algo en común: son animales marinos que viven en aguas muy frías. El frío frena el metabolismo, permitiendo vivir más años.
Se han datado tiburones con más de 400 años, y una almeja de más de 500 años. Pero las esponjas de mar rompen todos los registros, multiplicando estas cifras por 20.
Estas esponjas marinas tubulares, Monorhaphis chuni, viven principalmente en la Antártida. Pueden medir hasta tres metros de largo, y alcanzan un centímetro de grosor.

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El ejemplar de 11.000 años de edad, que nació cuando aún existían los mamuts, fue hallado a unos 1.100 metros de profundidad.
Este tipo de esponjas pasan su vida ancladas al sustrato oceánico mediante una única espícula gigante. Su cuerpo se enrolla alrededor de la espícula formando un cilindro continuo, según cuenta IFL Science.
Este cilindro contiene finas láminas de dióxido de silicio que crecen como los anillos de un árbol, una al año. Por eso se descubrió que el ejemplar capturado, de 2,2 metros, tiene 11.000 años.
Se han encontrado ejemplares incluso más grandes, de hasta tres metros, así que se estima que estos animales pueden vivir hasta los 15.000 años.
Para los científicos, lo más interesante es que un ser vivo con anillos marinos que cubren once milenios, es un tesoro: un registro de la temperatura del agua en el fondo del mar.
En este ejemplar en concreto, se han detectado cuatro variaciones climáticas, que seguramente se corresponden con erupciones volcánicas submarinas, que elevaron la temperatura hasta ocho grados centígrados durante meses.
La esponja de mar Monorhaphis chuni es el animal más longevo de la Tierra, con 11.000 años de edad. Un registro del cambio térmico en el fondo de los océanos.
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