EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Pasar tiempo al aire libre puede mejorar su salud y bienestar en general. Es bien sabido que, el ejercicio mejora la función cognitiva, sin embargo, el entorno en que se realiza puede ser tan importante como el propio ejercicio.
Cada vez más las investigaciones destacan los efectos positivos de la naturaleza en la mejora de la salud mental. De hecho, las pruebas apoyan esta suposición: hacer ejercicio al aire libre en entornos naturales produce más beneficios para el cerebro que hacerlo en interiores.
Un artículo sobre la salud publicado en el portal web «Savalnet», proporciona información sobre un equipo de investigadores de la Universidad de Victoria (Canadá), en colaboración con un colega de la Universidad de York, han descubierto que dar un breve paseo al aire libre, proporciona a las personas más beneficios para la salud mental, que dar un paseo de la misma duración dentro de casa.
En el mismo estudio, los investigadores diseñaron y llevaron a cabo un plan en el que participaron 30 estudiantes universitarios y cada uno de ellos dio dos paseos de 15 minutos, en el interior y en el exterior.
También se le realizaron electroencefalogramas antes y después, durante los cuales tenían una tarea visual estándar en iPad para medir la actividad cerebral relacionada con la memoria y la atención. Para evaluar si caminar tenía algún impacto en el rendimiento mental, utilizaron las calificaciones en la tarea de oddball y los cambios en la amplitud de la respuesta neural medida mediante los exámenes.
Se hallaron mejoras en el tiempo de respuesta en la tarea de oddball después de los paseos, independientemente del lugar donde se produjeran. Pero solo hallaron cambios en las amplitudes, que miden la respuesta neuronal, en las personas que habían caminado al aire libre.
Los investigadores sugieren que las personas obtienen más beneficios para su salud mental (función cognitiva) si dan un paseo corto al aire libre que si lo hacen dentro dentro de casa.
Reconocen que su estudio es limitado y sugieren que experimentos más amplios podrían confirmar sus hallazgos. También señalan que aún no está claro si estas diferencias podrían existir en paseos más largos o en ejercicios más intensos.
Por: Jessica Pozo.
