La industria del automóvil está experimentando una revolución como nunca antes vivida con la llegada de los coches eléctricos. Tras más de cien años con el motor de combustión tradicional, los vehículos están optando por el motor eléctrico para reducir las emisiones del sector automóvil.
El coche eléctrico tiene muchas ventajas, como siempre hemos hablado aquí. Pero también tiene desventajas donde el vehículo de gasolina o diésel se hace fuerte, como es el caso de la autonomía y los tiempos de repostaje / recarga.
Hoy la idea es comentar un tema muy importante, pero que a menudo suele pasarse por alto: los costes de mantenimiento. Para los conductor, los costes del mantenimiento del coche pueden llegar a representar un gran porcentaje del dinero invertido en el vehículo, incluyendo la ITV. Y ahí entra el eléctrico.
Uno de los mayores beneficios que estos automóviles ofrecen es la reducción significativa en el costo de mantenimiento. A continuación, explicaremos las razones por las cuales los coches eléctricos necesitan menos mantenimiento que los coches de gasolina y diésel.
Menos piezas móviles
Una de las principales razones por las que los coches eléctricos requieren menos mantenimiento es que tienen menos piezas móviles que los coches de gasolina y diésel.
Los motores de combustión interna tienen cientos de piezas móviles, desde el cigüeñal hasta las válvulas, que requieren lubricación y mantenimiento constante.
Por el contrario, los motores eléctricos tienen menos piezas móviles, lo que significa que hay menos desgaste y menos piezas que requieren mantenimiento y menos visitas al taller.
Menos fluidos y filtros
Los vehículos de combustión interna necesitan una variedad de líquidos para funcionar correctamente, desde el aceite del motor hasta el líquido de la transmisión y el refrigerante. Cada uno de estos fluidos debe ser cambiado periódicamente, lo que puede ser costoso.
Además, los coches de gasolina y diésel tienen una variedad de filtros, desde los filtros de aire hasta los filtros de combustible, que deben ser reemplazados con regularidad.
Los coches eléctricos, por otro lado, no tienen tantos líquidos o filtros que necesiten ser cambiados, lo que reduce significativamente los costos de mantenimiento.
Menos desgaste de los frenos
Otra razón por la que los coches eléctricos necesitan menos mantenimiento que los coches de gasolina y diésel es que los frenos no se desgastan tan rápidamente.
Los motores eléctricos tienen una función de frenado regenerativo que utiliza la energía cinética del coche para cargar la batería, lo que significa que se necesita menos presión en los frenos mecánicos.
Esto reduce significativamente el desgaste de las pastillas de freno y los discos, lo que resulta en menos visitas al taller.
Menos problemas de emisiones
Los coches de gasolina y diésel están sujetos a controles de emisiones estrictos, lo que puede resultar en costosos arreglos si no cumplen con los estándares establecidos. Además de que tienen que pagar más en impuestos por dichas emisiones.
Los coches eléctricos no tienen emisiones contaminantes y, por lo tanto, no necesitan pasar por pruebas de emisiones y cuando toca pagar por la ITV o pagar por el impuesto de circulación, sus precios son inferiores a los coches de gasolina o diesel.
Menos problemas mecánicos
Por último, los coches eléctricos son menos propensos a tener problemas mecánicos. Los motores de combustión interna son complicados y pueden sufrir fallos en muchas áreas, desde la batería hasta la transmisión.
Por otro lado, los motores eléctricos son más simples y, por lo tanto, menos propensos a tener problemas mecánicos. En conclusión, los coches eléctricos requieren significativamente menos mantenimiento que los coches de gasolina y diésel.