SANTO DOMINGO.- La provincia de Santiago respira “satisfacción y orgullo” con la realización, en calidad de subsede, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026, además de garantizar que no habrá desperdicio.
“Nosotros estamos súper orgullosos de eso y ojalá pudiéramos tener más disciplinas que pudieran estar aquí porque eso aporta mucho a la provincia”, dijo la presidenta de la Unión Deportiva de Santiago (UDESA), Margarita Jáquez. “Claro que sí, felices nosotros, muy orgullosos”.
Dijo que Santiago se prepara para recibir con ánimo esa fiesta deportiva con la garantía de que será un gran disfrute. “No va a haber desperdicio, va a ser todo armonía y sabemos que se va a dar en un buen escenario y nosotros como santiagueros los vamos a apoyar”, expresó Jáquez.
Sugirió a la comunidad de la provincia que se sienta la calidez que caracteriza a Santiago, trabajar en equipo como siempre ha sido y el apoyo de uno a otro.
Pidió a la población que brinden “el apoyo total” a los Juegos , que “vivan el momento” y “todavía tienen oportunidad de que sean voluntarios y vivan la experiencia de tener en nuestro país estos Juegos”.
Los Juegos de 2026 serán del 24 de julio al 8 de agosto, con Santo Domingo como su sede principal.
Santiago acogerá el fútbol masculino y el femenino en el Estadio Cibao FC y el circuito del ciclismo mountain bike. La provincia fue sede de la edición de 1986, para entonces, la segunda ocasión que el país montaba los Juegos, después de recibirlos por primera vez en Santo Domingo 1974.
“Queda el ánimo, esa efervescencia, que muestra participar en unos Juegos Centroamericanos y reaviva el movimiento deportivo”, continuó la dirigente. “Y vuelvo y digo, ojalá y poder haber tenido más plazas”.
Afirmó que el impacto de las remodelaciones de las obras para esos Juegos ya es ganar como provincia y las disciplinas como tal que se queden con ese compromiso “de seguir creciendo en el deporte y nosotros como provincia aspirar a que en el algún momento vuelvan a Santiago esos Juegos Centroamericanos, como ya lo vivimos en 1986”.




