Santo Domingo.- La provincia Puerto Plata es conocida a nivel internacional por ser uno de los mejores polos turísticos de República Dominicana, debido a sus hermosas playas y su paisaje bañado por montañas y el océano Atlántico.
Pero, además de ese encantador paisaje de la norteña provincia de Puerto Plata, muchos no han tomado en cuenta un elemento que caracteriza a la demarcación atlántica.
Se trata del nombre de muchas de sus comunidades, pues las mismas llevan apodos de animales, lo que muchos atribuyen a la relación directa de sus antecesores con el medioambiente.
Allí encontramos las comunidades la Culebra, La Jaiba, Loma de la Bestia, Loma El Gallo, el Burro, El Toro y Cangrejo, entre otras.
“Esos nombres podrían estar relacionados con la relación de nuestros antepasados con la naturaleza e, incluso, su creencia religiosa”, dice un residente de la localidad El Cupey.
“Hay una creencia sobre un gallo que cantaba en la motaña (Loma del Gallo), para despertar a los lugareños, y la Loma de la Bestia se bautizó así por la leyenda de que en el pasado se veía un animal peludo con varias cabezas”, agrega.
Ambas localidades pueden observarse desde la Loma Isabel de Torres, incluso, sin necesidad de escalarla, pues al sur de la misma se ve la Loma El Gallo, y al oeste del pico está la Loma de la Bestia, una zona rica en ganadería.
En el caso de El Toro, al oeste de la provincia, no hay duda de que su nombre está relacionado con la ganadería vacuna de la zona, mientras Cangrejo, al este, podría estar vinculado a la abundancia de crutáceos.
Pero campesinos de la zona del municipio Montellano, también al este, aseguran que podría haber una vinculación del nombre con las trampas que colocaban los productores de caña de azúcar en sus plantaciones, para evitar que personas ajenas penetraran a las mismas.
Se trataba de un hierro denominado cangrejo, debido a su forma, que al hacer contacto con el mismo, golpeaba en una de las piernas a quienes entraban a las plantaciones, dejándolos inmóvil.