El ya más que conocido CEO de OpenAI, Sam Altman, vuelve a los titulares, pero esta vez no se trata de un despido, sino de unas palabras que el “creador” de ChatGPT ha querido lanzar al mundo el mensaje de que la superinteligencia artificial podría ser una realidad en “unos pocos miles de días”. Pero, ¿qué significa esto realmente?
Para ponerlo en perspectiva, Altman en realidad está hablando de un plazo de entre 5 y 11 años. Es un margen amplio, sí, pero cuando se trata de avances tecnológicos tan revolucionarios, incluso esta estimación resulta bastante baja —y si encima él menciona el concepto de días para hacerlo aún más cercano…—.
Contextualizando, aquí se está hablando de una inteligencia artificial que no solo igualaría, sino que superaría por completo las capacidades humanas en cualquier tarea intelectual.
Pero Sam Altman no se limita a hablar de superinteligencia. Su visión engloba lo que él llama “La era de la inteligencia”, un nuevo capítulo en la historia humana comparable a la Revolución Industrial. Un futuro donde cada persona podría tener su propio “equipo de IA”, capaz de ayudar en cualquier tarea.
“Necesitamos actuar con prudencia pero con convicción”
Pero no todo es color de rosa en este futuro imaginado o casi afirmado por esta figura. El CEO de OpenAI reconoce que hay algunos baches por el camino, especialmente en el mercado laboral. Sin embargo, su optimismo prevalece, argumentando que las ventajas que dará al mundo superará a los inconvenientes.
Desde luego, todo este optimismo contrasta con las voces críticas del sector. Grady Booch, reconocido informático, no ha dudado en calificar estas predicciones de “bombo publicitario” sin base en la realidad. Sin embargo, es difícil pasar por alto las palabras de alguien que está al frente de una de las empresas de IA más influyentes del momento.
Sin embargo, algo que ha llamado especialmente la atención es que Altman en ningún momento menciona ninguno de esos riesgos de la IA, esos baches que podrían acabar con todo este plan. En su lugar, se centra en la necesidad de actuar con “prudencia, pero con convicción” ante lo que se avecina.
“Se trata de desafíos de alto riesgo. No será una historia completamente positiva, pero el lado positivo es tan tremendo que nos debemos a nosotros mismos y al futuro descubrir cómo sortear los riesgos que tenemos por delante”, comenta.
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Etiquetas: Inteligencia artificial, Software
