San Valentín no se trata de cenas ostentosas o regalos costosos, es de festejar el amor con la persona que se ha elegido para compartir su vida, y si eso implica no afectar las finanzas, pues mucho mejor, ya que existen muchas formas económicas de decirle “te amo” a ese ser especial.
Para “mala suerte” el día del amor es 14, un día antes de la fecha de cobro, por lo que si no hay dinero para gastar, recuerda el dicho que dice: “la acción más pequeña, vale más que la intención más grande”.
En este tipo de situación, donde se quiere bajarle hasta las estrellas a ese ser amado, pero los estados de cuenta no te lo permiten, se debe poner la creatividad a fluir, y existen muchas opciones de dónde elegir.
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Repetir la primera cita: revivir esa primera salida en la que saltaron las chispas, es la forma más romántica de celebrar el 14 de febrero, además que serviría de ver el progreso de la relación.
Noche de películas en casa: abrazados, compartiendo un tazón de nachos o palomitas, mirando un maratón de películas románticas o del género de su elección ¡Piénsalo! Además de ser una idea muy íntima, también te evitas el estrés de los tapones.
Cena romántica: una cena romántica desde la comodidad del hogar, no tiene precio. Prepara el ambiente a la luz de las velas con pétalos de rosas sirviendo de alfombra hasta la mesa, música de fondo y el importante detalle una cena de tu elección acompañado de vino tinto o blanco.
Picnic a la luz de la luna: cada rincón del hogar se presta para una actividad diferente. Sorprende a tu pareja con un picnic bajo la luz de las estrellas en el patio o en la azotea de la casa. Una manta, algunos cojines, un buen vino y una picadera, es suficiente para pasar una velada especial, pues aunque no es lujosa, el esfuerzo y la compañía valdrán la pena.
