La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó hoy que el impacto de la pandemia sobre el empleo en la región se mantuvo pese a la leve mejora de los indicadores laborales, sin éstos alcanzar los niveles prepandemia.
Afirmó que, en efecto, la tasa de participación de la población en la actividad económica para América Latina y el Caribe se elevó a 61,4% en comparación con el mínimo de 57,8% alcanzado en 2020.
Por otra parte, se registró una caída de la tasa de desocupación abierta, que pasó de 10,5% en 2020 a 9,3% en 2021. En uno y otro caso, las mejoras registradas en 2021 no fueron suficientes para alcanzar los valores prepandemia de los indicadores citados.
Los datos están contenidos en el Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe dado a conocer hoy donde se establece que la pobreza en América Latina alcanzó al 32,3% de la población, incluyendo a un 12,9% de la población en situación de pobreza extrema. Estas cifras representan una leve caída respecto del año anterior, de 0,5 puntos porcentuales en la pobreza y de 0,2 puntos en la pobreza extrema.
El Anuario muestra que, en 2022, las economías de la región crecieron a una tasa estimada del 3,7%, casi la mitad del crecimiento registrado en 2021 (6,7%). Esto refleja, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, el impacto y los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo.
Junto con la desaceleración del crecimiento, Cepal dice que se se mantuvieron las presiones inflacionarias en 2022.
La variación del IPC en América Latina alcanzó un 15,4% en 2022, superior al 12,4% registrado en 2021.
La dinámica de los precios de los alimentos, que ha tenido un papel importante en la evolución del índice general de precios al consumo, alcanzó una variación de 13,2% en 2022, que se compara al 8,3% de 2021.