No se trata de ser un obseso de la limpieza. Pero si quieres asegurarte de que todo está perfectamente limpio y desinfectado en una habitación de hotel, llévate un paquete de toallitas desinfectantes.
Vaya por delante que estamos seguros de que en la mayoría de los hoteles cumplen las normas de limpieza. Cuando se marcha un cliente, antes de que entre otro la habitación debe ser limpiada y desinfectada. Pero para un cliente, es imposible saberlo al 100%.
Muchas personas obsesas de la limpieza incluso se llevan sus propias sábanas y las ponen en las camas, o colocan protectores del papel en el retrete. Y también emplean sus propias toallas. Es algo entendible, y los hoteles lo permiten.
Más allá de estos lugares obvios, conviene limpiar algunos objetos claves con toallitas desinfectantes, para asegurarse de que no hay gérmenes o virus.
Desinfectando la habitación de un hotel
Asumimos que los empleados de la limpieza limpian las zonas obvias: el baño, la cama, los suelos, etc. Pero hay pequeños objetos y lugares que no son tan obvios, y pueden olvidarse.
Por ejemplo, los pomos de las puertas, el mando a distancia del televisor, el agarradero de la puerta de la nevera, si la hay, el asa de los cajones, los picaportes de los armarios, el teléfono, o los pulsadores de la luces y lámparas.
Son objetos que todo el mundo usa, y que no se siempre se limpian con cada estancia. Solo tienes que pasar una toallita desinfectante, y listos.
Un buen consejo de Lifehacker es no andar descalzo o con calcetines por el suelo de la habitación. Lo más recomendable es usar esas chanclas desechables o lavables que apenas cuestan 3 o 4 euros en un bazar. Cuando te vayas del hotel las tiras, o las metes en una bolsa para lavarlas.
Son unas medidas de protección sencillas y rápidas de completar, para desinfectar una habitación de hotel. Mucha gente las ha utilizado durante la pandemia, pero es una buena costumbre que no conviene perder. Tendrás un poco de paz mental mientras disfrutas de la habitación.
