A principios de año existió una especie de fiebre por pequeños dispositivos electrónicos amparados en inteligencia artificial, que incluso llegaron a prometer que sustituirían a nuestros teléfonos móviles. Como pasa en muchas de estas ocasiones, hubo muchas promesas y pocas se materializaron.
Podemos hablar del AI Pin de Humane que no dejan de recibir devoluciones en estos últimos meses, o incluso a los fallos con los que se lanzó el Rabbit R1 que, a pesar de vender bastante bien durante sus primeros días, luego la burbuja explotó.
Y hablando en concreto del Rabbit R1, resultan sorprendentes las declaraciones del fundador de la empresa, Jesse Lyu, que ha señalado a Fast Company que solo 5000 personas de las 100.000 que adquirieron el dispositivo, lo utilizan a diario.
Y solo han pasado cinco meses después de su lanzamiento, y las razones por las que pocas personas lo están utilizando cada día es porque el dispositivo básicamente se ha lanzado roto o incompleto como han señalado algunos medios como The Verge.
Estos dispositivos independientes basados en inteligencia artificial tienen poco futuro, básicamente, porque al final nuestros teléfonos móviles de toda la vida, que pueden hacer otras tantas cosas, ya pueden imitar su mismo comportamiento.
Más ahora que las grandes empresas como Samsung, Google y Apple empiezan a incluir funciones de inteligencia artificial en sus teléfonos móviles, por lo que parece que este tipo de dispositivos como Rabbit R1 no van a prosperar mucho.
Sin embargo, la gente de Rabbit R1 no se rinde, y han prometido que a partir de octubre lanzarán la esperada gran actualización de su invento.
Quizás esto lleve a que esas 95.000 personas que ahora mismo tienen el Rabbit R1 amasando polvo en el cajón de su habitación, lo vuelvan a recuperar.
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