Allí donde hay un interés, también hay un posible rédito económico. Y los dinosaurios cumplen esta premisa. Quizá sea gracias a Parque Jurásico, o quizá sea la increíble locura que supone el hecho de que unos seres gigantes poblaran este planeta antes que nosotros, así como es traumática su fulminante desaparición por culpa de un cataclismo cósmico. Hoy, solamente quedan sus huesos como prueba de que algún día estuvieron aquí. Los dinosaurios conforman una lección o moraleja que los humanos todavía no hemos aprendido, pero que está presente: por muy grande que seas, por mucho tiempo que lleves en la Tierra, podrás desaparecer en cualquier momento.
Quizá por eso son tan populares. Desde que somos niños nos regalan figuras de ellos, y no es menos cierto que muchos pequeños adoran todo lo relacionado con estos animales de tamaño inmenso que dominaban el planeta sin causarle ningún daño climatológico muy visible. Visitar parques jurásicos, sin el peligro que entrañaba la película, se ha convertido en una actividad muy válida para hacer con niños, que suelen maravillarse con las experiencias diferentes.
El primer Parque Jurásico de la historia surgió en Londres en el siglo XIX, a modo de divulgación, tras encontrarse varios restos
En realidad, el primer Parque Jurásico de la historia surgió en el siglo XIX, cuando se encontraron varios restos y, a modo de divulgación, se decidió inaugurar en Londres la ‘Gran Exposición de la Industria de todas las Naciones‘ (la primera Exposición Universal). El resumen es que se construyó un palacio de cristal que tuvo tanto éxito que después cambió su ubicación, pero se destinó a albergar recreaciones a escala real de animales prehistóricos (incluyendo los recientemente descubiertos dinosaurios).
A día de hoy existen parques con recreaciones de dinosaurios en muchas partes del mundo. Algunos son especialmente cutres, como Rapid City en Dakota del Sur. Si nos basamos en el hecho de que probablemente los dinosaurios no eran como los hemos representado históricamente, sino más parecidos a pájaros gigantes (y no a lagartos), estos parques tienen poca validez. Aun así, en Europa existen varios parques dedicados a los dinosaurios que sirven para entender mejor su modo de vida o lo que supone un descubrimiento para un paleontólogo, y en nuestro país, concretamente, también.
En nuestro país el parque más visitado es Dinópolis, ubicado en Teruel, dedicado en exclusiva a la paleontología y a los dinosaurios
El más visitado es Dinópolis, ubicado en Teruel. Dedicado en exclusiva a la paleontología y a los dinosaurios, tiene un montón de actividades diferentes que van desde un cine en 3D (dedicado a los dinosaurios, como no podía ser de otro modo), a un museo, una experiencia inmersiva terrorífica con un tiranosaurio rex o una paleosenda en la que los niños pueden sentirse como auténticos paleontólogos. Aunque el plato fuerte está en Teruel ciudad, tiene otras subsedes repartidas por otros siete pueblos turolenses: Peñarroya de Tastavins, Galve, Rubielos de Mora, Castellote, Albarracín, Riodeva y Ariño.
Y hablando de paleosendas, la ruta de los dinosaurios en la Rioja tiene un toque menos artificial al no tratarse de un parque en sí y encontrarse en un entorno natural. Es muy interesante porque en un fin de semana puedes visitar diez yacimientos de huellas y una conífera petrificada. En ellos hay paneles informativos y mapas de los rastros que te ayudarán a encontrar las distintas huellas.
La ruta de los dinosaurios en la Rioja tiene un toque menos artificial al no tratarse de un parque en sí y encontrarse en un entorno natural
Otra opción interesante, también en la Rioja, es El Barranco perdido, un parque de paleoaventura en el que hay piscinas, circuitos de aventuras, una playa cretácica, géiseres, rocódromo y actividades en las que podrás jugar a desenterrar fósiles, catalogarlos o seguir pistas científicas para descubrir a los dinosaurios que alguna vez habitaron la Tierra. Combina diversión con frikismo absoluto por los dinosaurios, por lo que es bastante completo.
Pensado para niños como no podía ser de otro modo, cerca de Benidorm se encuentra DinoPark Algar, en un bonito enclave donde puedes encontrar modelos robóticos y sonoros de tamaño natural de estos animales. Además, hay zonas de juego, un cine 3D y un patio paleontológico. “Embárquese en una aventura al mesozoico, un DinoPark no es suficiente. Cada uno es diferente y único. DinoPark es ideal para un viaje en familia”, indica la propia web del sitio.
Cerca de Benidorm se encuentra DinoPark Algar, en un bonito enclave donde puedes encontrar modelos robóticos y sonoros de tamaño natural de estos animales
Por último pero no por ello menos importante, en el norte también pueden encontrarse este tipo de propuestas. El Museo del Jurásico de Asturias (también conocido como MUJA) acoge muestras de los dinosaurios, mostrando la vida de los mismos desde sus inicios hasta la aparición del ser humano, ofreciendo información muy diversa y amplia sobre su vida a través de huellas que aún se conservan en la costa, desde Gijón a Ribadesella.
Allí donde hay un interés, también hay un posible rédito económico. Y los dinosaurios cumplen esta premisa. Quizá sea gracias a Parque Jurásico, o quizá sea la increíble locura que supone el hecho de que unos seres gigantes poblaran este planeta antes que nosotros, así como es traumática su fulminante desaparición por culpa de un cataclismo cósmico. Hoy, solamente quedan sus huesos como prueba de que algún día estuvieron aquí. Los dinosaurios conforman una lección o moraleja que los humanos todavía no hemos aprendido, pero que está presente: por muy grande que seas, por mucho tiempo que lleves en la Tierra, podrás desaparecer en cualquier momento.