Apple estaba al borde de la bancarrota en 1997, pero Steve Jobs regresó a la empresa que había fundado para salvarla. El cofundador tenía una idea algo radical con la que esperaba revolucionar la compañía, y así fue.
Jobs diseñó una matriz de cuatro cuadrantes dibujada a mano en una pizarra verde. El cofundador de Apple recorrió los pasillos de la compañía enumerando todos los productos en los que habían trabajado hasta el momento: ordenadores, impresoras, periféricos… Nada tenía coherencia.
El CEO de Apple llegó a asegurar en una entrevista que desperdiciaban el talento que tenían en la compañía para diseñar “productos de mierda”. La filosofía de la empresa que crearía el iPhone unos años más tarde cambió para siempre.
Steve Jobs organizaba todos sus productos en cuatro cuadrantes
La regla de los cuatro cuadrantes salvó a Apple de la bancarrota. Steve Jobs dibujó dos líneas que formaban una cruz, etiquetó el eje vertical como “consumidor” y “profesional”, y el horizontal como “portátil” y “escritorio”.
Apple tenía un problema diseñando aparatos sin coherencia. A partir de ese momento solo crearían un producto por cada cuadrante, ni uno más. Jobs recorrió la empresa preguntando a los empleados qué productos recomendarían a un amigo: eliminó el 70% del catálogo en unas semanas.
Los resultados no tardaron en notarse. Los ingenieros de Apple ahora estaban centrados en crear productos excepcionales que cumpliesen unas necesidades específicas, antes buscaban un modelo superventas común para todos sus usuarios, algo muy difícil de conseguir.
Steve Jobs fue más allá y cambió el nombre de todos sus productos para ajustarlos a su nuevo cuadrante. Los productos de consumo tendrían la letra “i” como iMac, iBook y posteriormente el iPhone, mientras que los profesionales usarían “Power” o “Mac” como PowerBook y PowerMac.
Tim Cook ha cambiado de filosofía en Apple
El actual CEO de la compañía mantiene la nomenclatura de Jobs para la mayoría de los productos, pero la filosofía se ha perdido. Donde antes había cuatro productos, hoy hay decenas con ejes que se entrecruzan.
Apple ya no utiliza la categorización consumidor/profesional, sino una estructura de tres niveles dentro de un mismo producto. Por ejemplo, el iPhone 16e es el modelo base, el 16 es el estándar y el 16 Pro y Pro Max son los profesionales.
Lo mismo ocurre con el iPad (base), iPad Air (estandar) y iPad Pro (profesional), y otros productos como los AirPods o el Apple Watch. Los límites entre “consumidor estándar” y “profesional” ya no son tan claros bajo el mando de Tim Cook.
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Etiquetas: iPhone, Steve Jobs