El dragón de Komodo es lo más parecido que tenemos en la realidad a un dragón de verdad. Un nuevo estudio de las mandíbulas de estos formidables depredadores ha revelado depósitos concentrados de hierro a lo largo de los bordes dentados y las puntas de sus dientes, lo que ayuda a mantenerlos afilados como cuchillas para desgarrar la carne de las presas que devoran.
Nuestra memoria es una de las partes más avanzadas del cerebro, pero a pesar de sus inmensas capacidades, también puede fallarnos. La memoria no es como una cinta de vídeo o una memoria de ordenador, donde guardamos nuestras experiencias, sino algo dinámico, que se crea en el momento en que recordamos.
La mayoría de nosotros sabemos lo que se siente al ruborizarse. La cara se calienta y enrojece, y experimentamos emociones cohibidas, como vergüenza, timidez, pudor y orgullo. No es de extrañar que Charles Darwin se refiriera a él como «la más peculiar y la más humana de todas las expresiones». Pero, ¿por qué nos sonrojamos y cuáles son sus mecanismos subyacentes?
Investigaciones anteriores han sugerido asociaciones entre el estreñimiento y la diarrea con mayores riesgos de infecciones y afecciones neurodegenerativas, respectivamente. Pero como estos resultados se observaron en pacientes enfermos, no estaba claro si las visitas irregulares al baño eran la causa o el resultado de sus afecciones.
Aunque aún queda mucho por aprender, los hallazgos sitúan a los gatos domésticos a la cabeza de la lista de animales cuyas bacterias intestinales pueden decirnos mucho sobre las nuestras, y sobre si una terapia basada en el microbioma intestinal podría ser una forma de combatir la obesidad.