La dependencia de Ucrania en el sistema de internet satelital Starlink, propiedad de Elon Musk, ha generado preocupaciones sobre posibles cortes en las comunicaciones que mantienen en línea a sus hospitales, bases militares y tropas.
Sin embargo, las alternativas actuales no están listas para hacer frente a Starlink, ni siquiera Eutelsat, tal como reconoció la propia Eva Berneke, directora ejecutiva de la empresa, a POLITICO.
Desde el inicio del conflicto con Rusia, la empresa de Elon Musk ha proporcionado a Ucrania una conectividad esencial, desplegando aproximadamente 50.000 terminales en el país. Estas unidades han sido fundamentales para mantener operativas las infraestructuras clave y coordinar las operaciones militares.
Pero, esta dependencia coloca a Kiev en una posición vulnerable, dado que el control de este servicio recae en una entidad privada extranjera.
Esfuerzos europeos para diversificar las opciones
Ante la creciente preocupación por la dependencia de Starlink, la Unión Europea ha explorado alternativas para fortalecer la autonomía digital de Ucrania. Una de las principales opciones es el operador satelital franco-británico Eutelsat.
Aunque actualmente mantiene menos de 1.000 conexiones terminales en Ucrania, existen planes para incrementar este número a entre 5.000 y 10.000 en el corto plazo. No obstante, incluso con esta expansión, la capacidad de Eutelsat aún estaría lejos de igualar la cobertura proporcionada por Starlink.
Montaje/Computer Hoy
Berneke reconoció las limitaciones actuales de la compañía: “Si asumiéramos toda la capacidad de conectividad para Ucrania y todos sus ciudadanos, no podríamos hacerlo. Seamos sinceros“. Sin embargo, enfatizó que pueden proporcionar capacidad para usos gubernamentales críticos.
La transición hacia sistemas alternativos enfrenta múltiples desafíos. Las constelaciones de satélites en órbita baja, como las operadas por Starlink, ofrecen conexiones más rápidas y de menor latencia, esenciales para operaciones en tiempo real.
Aunque, la implementación de infraestructuras similares es costosa y requiere tiempo. Eutelsat, a pesar de ser un competidor fuerte, aún no alcanza la escala necesaria para reemplazar completamente a la empresa de Musk.
Además, iniciativas europeas como IRIS², destinadas a desarrollar una constelación soberana que compita con Starlink, enfrentan retrasos y sobrecostes, con una operatividad prevista para principios de la década de 2030.
Implicaciones geopolíticas y económicas de Starlink
La influencia del multimillonario en el conflicto no es solo teórica. En 2022, rechazó una solicitud para activar Starlink sobre la Crimea ocupada por Rusia, frustrando un ataque con drones ucranianos contra buques rusos, argumentando que esto habría convertido a su empresa en “cómplice explícita de un acto de guerra importante”.
“Starlink es la columna vertebral del ejército ucraniano”, afirmó Musk en marzo, poco después de desmentir un informe que señalaba que negociadores de EEUU habían amenazado con cerrar el servicio como parte de un acuerdo sobre minerales críticos.
La situación actual destaca la necesidad urgente de que Ucrania diversifique sus fuentes de conectividad satelital para reducir su vulnerabilidad. Mientras que la empresa del multimillonario ha sido un salvavidas en tiempos de crisis, depender de una única fuente controlada por una entidad privada extranjera presenta riesgos significativos.
Como señala Berneke, la colaboración con operadores como Eutelsat y el desarrollo de infraestructuras propias son pasos esenciales hacia una mayor autonomía y seguridad en las comunicaciones.
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