Si piensas que la guerra, gracias a la tecnología, solo es capaz de escalar hacia drones más potentes y misiles más caros, la historia de Yurii, un joven ucraniano de apenas 18 años, demuestra lo contrario.
Este está poniendo en jaque esos cientos de drones rusos que circulan por los cielos de diferentes países con un invento que casi parece salido de un juego de estrategia. Se trata de municiones antidrones muy baratas que pueden fabricarse en masa y que ya han demostrado ser letales en combate.
Yurii inició todo este proyecto en 2023, cuando aún estaba en el instituto, obsesionado por ayudar y proteger. Primero se dedicó a diseñar hélices silenciosas para drones FPV con la idea de mejorar la capacidad de ataque y vigilancia de sus tropas, pero rápidamente se dio cuenta de que esto tenía que escalar y que los drones se iban a convertir en el nuevo enemigo a batir.
Su primer prototipo fue una munición que se adapta a lanzagranadas y luego a escopetas. Equipadas con redes y metralla que se fragmentan al ser disparadas, estas balas antidrones aumentan las probabilidades de derribar UAV incluso si estos se están moviendo.
Nada de grandes inversiones, la munición antidrones ‘low cost’ se convierte en la clave para protegerse
Teniendo en cuenta que la respuesta a estos drones rusos son los misiles Patriot o IRIS, aunque ya se han ideado otras formas de derribarlos más eficientes, esta idea de Yurii se centra en el low cost absoluto que, además, puede fabricarse en masa para que todas las unidades ucranianas puedan protegerse.
“Los Patriot o los IRIS están bien, pero hay pocos (…) necesitamos munición barata que se pueda producir en masa para que todas las unidades tengan protección”, comenta el joven. Ya se ha probado y los ensayos, incluidos en combates en la región de Kursk, ya han demostrado que funciona, derribando varios drones enemigos.
“En el campo de batalla, el 75% de las lesiones provienen de los drones (…) los drones podrían ser la mayor amenaza para las personas en los próximos años”, comenta Yurii.

Generada con IA
Gamers se convierten en los pilotos de drones más letales del mundo
Aunque esto suena a película, lo cierto es que esta triste guerra en Ucrania y Rusia está dando pie a que todo tipo de ideas e innovaciones vean la luz. Sin ir más lejos, todas esas personas que han dedicado parte de su infancia, juventud y adultez para usar los mandos como auténticos expertos y que ahora, muchos de ellos se ha aficionado a la realidad virtual y los simuladores, van a ser piezas clave en la guerra.
En esta ya hay perfiles así que han pasado a la primera línea. No se está hablando de pilotos entrenados a conciencia, sino de gamers que ahora se han pasado al bando de soldados. Con solo veinte años, los operadores de drones FPV son capaces de operar sus dispositivos gracias precisamente a esas horas de juego frente a las pantallas.
Un oficial estadounidense, el capitán Ronan Sefton, comenta lo siguiente: “Los mejores pilotos de drones son aquellos soldados que, cuando terminan la semana, se ponen a jugar a videojuegos”.
El motivo es más que lógico, ya que los videojuegos exigen exactamente lo que ahora vale en plena guerra, que no es más que coordinación ojo-mano, rapidez para decidir, saber interpretar mapas y entender interfaces. Además, el videojuego Death From Above se ha hecho muy famoso entre los soldados, ya que simula las maniobras reales que hacen en el campo de batalla y que usan a modo de entrenamiento.
También resulta lógico que recurran a estas personas, ya que, por un lado, no necesitan un entrenamiento de meses y, por otro, sus cualidades adquiridas durante años permiten depositar confianza plena en ellos a la hora de pilotar drones que cuestan alrededor de 500 euros.
Cuando se equipan con explosivos, se convierten en auténticas máquinas de guerra muy delicadas y lo cierto es que Ucrania no se encuentra actualmente en una posición como para perder drones cada día.
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