Durante décadas, una anciana rumana utilizó una pieza de ámbar valorada en más de un millón de euros como tope de puerta en su modesta vivienda sin imaginar el verdadero tesoro que albergaba. La mujer, originaria de la aldea de Colti, al sureste de Rumanía, encontró la piedra de unos 3,5 kilogramos en un arroyo cercano y decidió darle un uso cotidiano, sin saber que se trataba de una de las piezas de ámbar más grandes y valiosas del mundo. La anciana falleció en 1991, sin haber descubierto jamás el enorme valor de la roca que había sostenido una de las puertas de su casa.
Fue un familiar de la mujer, años después de su muerte, quien se percató de que la piedra podría ser algo más. Intrigado por la curiosidad y tras observarla detenidamente, el heredero decidió investigar y descubrió que tenía en sus manos una pieza de resina fósil extraordinaria. Sin dudarlo, el familiar vendió la piedra al Estado rumano, lo que marcó el inicio de un proceso que terminó con la pieza siendo declarada un tesoro nacional.
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EFE
La pieza, que tiene entre 35 y 70 millones de años, fue sometida a estudios exhaustivos en el Museo Provincial de Buzau, en Rumanía, y más tarde trasladado al Museo de Historia de Cracovia (Polonia) para ser analizado por expertos en el Museo de Historia de Cracovia. Según los especialistas, el ámbar no solo es de gran interés científico, sino que su tamaño y características lo hacen una de las mayores piezas jamás encontradas, lo que aumentó aún más su valor. De hecho, la piedra ha llamado la atención de científicos internacionales por su rareza y conservación.
Una piedra llena de información valiosa
Curiosamente, durante todos los años en que la roca se mantuvo como un simple tope de puerta, la anciana fue víctima de un robo en su hogar. Los ladrones, enfocados en llevarse algunas joyas de poco valor, ignoraron por completo la gran pepita de ámbar que yacía en la entrada. Según familiares, uno de los ladrones incluso tropezó con la piedra sin detenerse a examinar lo que en realidad era un tesoro incalculable.
La región de Colti, conocida por su riqueza en yacimientos de ámbar, ha sido desde hace tiempo un epicentro para este tipo de descubrimientos. El ámbar de Buzau, especialmente el de tonos oscuros, es muy apreciado a nivel mundial por su calidad y sus matices, y muchos ejemplares incluyen fósiles de antiguos seres vivos atrapados en su interior. Esto convierte cada pepita en una ventana al pasado, ofreciendo valiosa información sobre la fauna y flora de millones de años atrás.
La piedra de 3,5 kilogramos, tiene entre 35 y 70 millones de años, y aunque su valor es incalculable, se ha tasado en un millón de euros
Actualmente, la monumental pieza de ámbar se exhibe en el Museo Provincial de Buzau, donde se ha convertido en una de las atracciones más importantes. Su historia, desde su accidental uso como tope de puerta hasta su reconocimiento como uno de los ámbares más grandes del mundo, fascina tanto a locales como a visitantes, recordando que, a veces, los mayores tesoros pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
Durante décadas, una anciana rumana utilizó una pieza de ámbar valorada en más de un millón de euros como tope de puerta en su modesta vivienda sin imaginar el verdadero tesoro que albergaba. La mujer, originaria de la aldea de Colti, al sureste de Rumanía, encontró la piedra de unos 3,5 kilogramos en un arroyo cercano y decidió darle un uso cotidiano, sin saber que se trataba de una de las piezas de ámbar más grandes y valiosas del mundo. La anciana falleció en 1991, sin haber descubierto jamás el enorme valor de la roca que había sostenido una de las puertas de su casa.
