El inglés y excampeón mundial de los pesados, Tyson Fury había prometido que derrotaría al ucraniano Oleksandr Usyk, en su pelea de revancha celebrada el pasado sábado en Arabia Saudita.
“Voy a terminar con él, este será el fin de su carrera, nunca volverán a escuchar sobre Olexander Usyk después de esto”, dijo Usyk previo al combate.
Sin embargo, Fury no estuvo a la altura esperada y bien podría decirse que se mostró por debajo de lo que demostró en su pelea anterior ante el propio Usyk, quien ya lo había vencido.
En efecto, Usyk se llevó una decisión unánime bastante clara y merecida(los tres jueces lo vieron ganar con tarjetas similares de 116-112) en una pelea que registró un menor nivel competitivo y de intensidad que la primera.
Usyk, no obstante, ganó bien, fue siempre el peleador que propuso combate, que presionó y buscó pelea. Además, fue más rápido, efectivo y marcó el ritmo de las acciones, frente a un Tyson que se limitó por lo regular a lanzar un débil jab para tratar de mantener alejado a Usyk, pero que careció de agresividad y determinación, de empuje y voluntad de ser convincente a la vista de los jueces.
De haber sido más decidido y agresivo, es muy posible que el resultado le hubiese sido favorable, en razón de que tenía ventajas naturales amplias sobre su rival, en estatura, alcance, fortaleza y peso(pesó 281 libras, el mayor de su carrera, contra 226 de su rival).
No obstante, al parecer prefirió no arriesgar y se limitó a desarrollar una pelea en cierto modo conservadora, en la que por momentos se vio apático.
Usyk, de su lado, sin hacer nada extraordinario y siguiendo en mismo plan que ejecutó en su primer duelo, fue siempre el agresor, el que presionó, lanzó y conectó los mejores y más efectivos golpes. De ahí su triunfo inobjetable.
El resultado permite a Usyk retener sus títulos avalado por el Consejo Mundial de Boxeo –CMB-, Asociación Mundial de Boxeo –AMB- y Organización Mundial de Boxeo –OMB-, y extender su invicto a 23-0, con 14 nocauts.
Además, le deja las puertas abiertas para buscar un enfrentamiento ante el flamante campeón de la división avalado por la Federación Internacional de Boxeo –FIB-, el británico Daniel Dubois, a quien ya venció anteriormente en una contienda titular(no creemos que por el momento haya un tercer choque entre Usyk y Fury, no tendría gran atracción-.
Dubois, quien tiene el mérito de haber enviado a la lona a Usyk aquella vez, desafió al ucraniano tan pronto éste fue dado ganador ante Fury.
Usyk respondió al desafió y dijo que no había problema en enfrentarlo de nuevo. De ser así, es muy posible que para los primeros meses del venidero 2025 se pacte una revancha entre ambos.
Dobois viene de noquear de manera contundente a su compatriota y excampeón del mundo Anthony Joshua, cuando ambos disputaron el trono mundial vacante de la FIB, luego de que este organismo desconociera como monarca a Usyk, quien poseía los cuatro títulos y era el campeón absoluto de la división reina.
Así las cosas, habrá que esperar, pues, que en el venidero año se materialice la segunda contienda Usyk-Dubois, en uno de los enfrentamientos que luce más atractivos en la división reina en el pugilismo actual. Ya veremos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de los pesados, es oportuno decir que, el boricua John Ruiz fue el primer latino en ganar el título mundial de esta división cuando el 3 de marzo del 2001, venció sorpresivamente al favorito, el norteamericano Evander Holyfield, en Las Vegas, Nevada. En la ocasión, Ruiz conquistó el trono avalado por la AMB. ¡Suena la campana!!Climmp!
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El ucraniano Oleksandr Usyk conecta una izquierda al rostro de Tyson Fury durante el segundo combate entre ambos. Foto fuente externa.
