Por Lic. Roberto Canaan :
El alto costo de la vida es el mayor foco de inquietud social en el seno de las familias dominicanas. El alza de los precios de la comida, las medicinas, los servicios y todo lo que consumen los pobres, tienen desesperada a la mayoría de las familias de escasos recursos.
La gran mayoría del pueblo son familias de escasos recursos, personas que carecen de los medios de subsistencia y no podrán resistir por mucho tiempo hasta el 2024 la situación de crisis de los altos precios de los artículos de primera necesidad.
El gobierno tiene que controlar la inflación, aunque tenga que sacrificar el presupuesto de algunas obras y desviar fondos para subsidiar los huevos, pollos, plátanos, arroz, habichuelas, la harina, salami, aceite, etc. El gobierno debe duplicar los recursos destinados a subsidiar la comida del pueblo humilde. Barriga llena vale más que un teleférico, monorriel o carretera. La auditoría social la tendrá el pueblo en sus manos en las elecciones del 2024.
Si el alto costo de la vida no ha provocado un levantamiento popular es por las ayudas del gobierno a través del plan social, las tarjetas de ayudas sociales, los comedores económicos y demás ayudas. Las medidas tomadas por el gobierno para corregir o aliviar la situación de crisis han resultado insuficientes porque siguen registrándose alzas en los precios de los alimentos. La tendencia a subir de los precios se mantendrá mientras no desaparezcan las causas que han dado lugar a la espiral inflacionaria a que se halla sometida la economía del país.
Sabemos que la culpa no es de los comerciantes ni del gobierno sino de la situación de crisis mundial que mantiene las alzas de las materias primas, tales como el sorgo, soya, maíz, aceites, etc. que son los alimentos que consumen los animales de corral como los pollos, gallinas ponedoras, puercos, el ganado, vacas lecheras.
Aun sabiendo que la crisis es externa, importada de fuera, el gobierno debe ir en auxilio de los más necesitados cueste lo que cueste.
¡Los fletes se desploman! Cuando subieron los precios del flete esto causó subidas increíbles en los alimentos, y que el gobierno justificó como inevitable. Pero ahora caen de forma asombrosa, pero LA COMIDA NO BAJA. El gobierno está obligado a reclamar o forzar la baja de precios. ¡Que baje la comida!