“El trabajo hecho con honestidad, con principios, con valor, claro que deja frutos”, afirma la conductora Mariela Encarnación, en respuesta a la pregunta de cómo hace para estar más activa que nunca, aunque en los últimos años ha estado desligada de cadenas internacionales y canales de televisión.
La dominicana que luego de participar en producciones televisivas dominicanas brilló por su trabajo impecable en cadenas internacionales como CNN, dice estar recogiendo los frutos de trabajar y hacer lo que le gusta con el privilegio de ser dueña de su tiempo.
“Esto me permite poder decidir lo que quiero hacer, cuándo puedo y cuándo no puedo, lo que me está dando un tiempo maravilloso para compartir y estar al lado de mis hijos”.
Madre de dos adolescentes y divorciada hace ya unos años, comparte su experiencia como mamá, en medio de los compromisos que le impone su carrera.
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“Lo complicado es cuando no nos organizamos. Si tenemos una agenda organizada donde un rol no tenga que competir con el otro, sino más bien complementarse, no deberíamos entonces de caer en quejas o el victimismo de que estoy cansada, no puedo con todo o quién me va a ayudar”.
Mariela dice que se ha enfocado en sentirse agradecida y bendecida por dedicarse a lo que le gusta: ser mujer y ser madre, que es su mayor reto. Cuando está cansada trata de reconocerlo, pero nunca permitir que este sentimiento pueda más que ella, sino que le sirva para recargar energías.
¿Cómo manejarías una nueva pareja con tus hijos? –le preguntamos- “Mis hijos tienen una edad en la que me he podido comunicar con ellos y cuando he tenido relaciones importantes, ellos han podido entender desde el amor y la empatía, que además de madre y periodista, mamá es un ser humano. Ellos entienden perfectamente, sin embargo soy muy cautelosa y es un tema que manejo con discreción, con madurez, con elegancia y la privacidad que ameritan los momentos personales”.
Mensajes del corazón
Además de compartir momentos importantes, Mariela usa sus redes en los últimos meses para compartir mensajes de valor que sin duda humanizan su red social. Son –dice- experiencias que ha vivido y que inició sin ningún objetivo en particular, sino escuchando la voz de su alma y guiándose de su intuición. Y la respuesta de sus seguidores ha sido maravillosa.
“Me doy cuenta de que tenemos una enorme responsabilidad que nos dan las redes sociales, y tenemos la libertad de elegir qué le vamos a entregar a las personas. Dios me dio el talento maravilloso de comunicar y qué mejor que hacerlo inspirando y compartiendo un poco de mis historias que me han dejado siempre como un regalo la lección aprendida”.
Su meta es poder continuar compartiendo mensajes de valor, acercarse a las mujeres en algún momento se han sentido débiles, necesitan de apoyo y acompañamiento para juntas poder construir un vínculo de apoyo. Quiere ser una embajadora de la sororidad.
