Hace ocho décadas las fértiles tierras de esta comunidad fueron convertidas en granero para la producción de algodón, maíz, soya, tabaco, lo que elevó a su máxima potencia la economía de decenas de productores radicados en este municipio.
La gran producción agrícola que caracterizó a Villa Isabela, la cual en principio fue una comuna del municipio de Luperón, inició en 1945 con la cosecha tabaco a gran escala.
Tiempo después llegó la compañía Inetac, de capital nacional, con el propósito de incentivar a los agricultores que apenas recibían un pago como salario de cincuenta centavos diario, pero dicha empresa decidió duplicar esa jornada en un RD$1.00 diario, a la vez que los incentivó en la siembra de este importante rubro.
El presidente de esta empresa, Israel Tavarez, nativo de la provincia Espaillat (Moca), introdujo el sistema de empaque, selección del tabaco mediante máquinas y de manera manual a fin de exportarlo hacia diversos países de Europa y los Estados Unidos.
Grupos de mujeres manipuladoras de estas máquinas apenas trabajaban 50 centavos por cerón llenos de tabaco. Con la llegada de esta compañía hubo un gran impulso en la economía de Villa Isabela, debido a la mejora de los salarios de la gran cantidad de personas que fueron empleadas como operarias.
Cosecheros de otros rubros no tradicionales fueron convencidos para que sembraran tabaco ya que recibirían RD$10.00 por cerón.
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Las primeras mujeres que emigraron de otros pueblos hacia La Isabela para trabajar en la selección del tabaco fueron Purisa Cornielle, acompañada de su hija Eduvirges, nativas de Cañeja la Piedra (Moca) y Camila Pascual, entre otras.
En el género masculino se destacan José Polanco (Patón), quien arribó a esta comunidad en 1950 desde Santiago, los hermanos Juan, Ernesto, Cristóbal y Figurín Pascual.
En el año 1963 el político y profesor Juan Bosch expresó que el tabaco, «no sirve para nada», aunque sugirió a los productores de este rubro «sembrarlo con el cogollo hacia abajo».
AUGE TABACO
Los años 80 y parte de los 90 fue de gran esplendor en lo que respecta a la producción de tabaco en los campos de este municipio, incluso las diferentes compañías que lo comercializaban llegaron a pagar a quienes cosechan este rubro unos dos mil pesos por cerón.
Sin embargo, con la llegada al poder en 1996 del presidente Leonel Fernández, el precio bajó drásticamente hasta los RD$300.0 por cada cerón, lo que produjo una desmotivación entre los productores agrícolas de seguir sembrando este producto para dedicarse a la siembra en gran escala de plátano, batata y yuca.
Posterior, llegó a Villa Isabela el Instituto Nacional del Tabaco (Intabaco) bajo la directriz del profesional de la agronomía Nelson Francisco Cruz Robles (Aguilucho), lo que fortaleció nuevamente la siembra del tabaco en la zona.
Igualmente, la compañía Inetac sigue preparando tabaco para fines de exportación, incluso cosecha tanto el normal como el rubio y ha introducido una nueva variedad llamada «amarillo parao».



