Por el lic. Roberto Canaan.-
Desde que se cayó la «Modernización» Fiscal, en el gobierno le han comenzado a buscar todas las vueltas para recaudar más dinero. Algunas de las propuestas han sido más creativas, y otras han ido derechito al grano: en vez de presentar la reforma fiscal completa, presentarla por pedazos. Ya vimos lo de los impuestos a las plataformas digitales, que el gobierno tumbó por diversas razones.
Pues ahora sometieron una que le da duro y directo a varios sectores al quitarles las exoneraciones o deducciones de impuestos, tal como se planteaba en la reforma. Bueno, la sometió el diputado Rogelio Genao Lanza (Rogelio Jr), pero como él es del PRM, uno asume que lo escogieron a él para ser el valiente que llevara eso al Congreso.
Industria, turismo y cine
Esos tres turpenes se echa arriba este nuevo proyecto de ley:
Elimina el artículo 50 de la Ley de Proindustria, que les permite a las industrias hacer unas depreciaciones y unas deducciones de impuestos ahí.
Interesante es que esos incentivos se pusieron por primera vez en el 2007 (Ley 392-07), dizque temporales por 5 años; pero después se extendieron en el 2014 (Ley 542-14); y vino Abinader y volvió a extenderlos con la Ley 242-20.
Elimina los incentivos de impuestos al turismo, que se fijaron en la Ley 158-01 (que a veces se le dice «la ley de Confotur», porque ese organismo fue creado ahí).
También elimina los incentivos de la Ley de Cine (Ley 108-10).
Elimina incentivos a zonas francas comerciales, a empresas fronterizas y otras más.
Hay más exenciones, pero estas son quizás las que más han sonado porque hay quienes entienden que ya cumplieron su rol de ayudar a cada sector en su momento, o que no han dado los frutos esperados, o que simplemente el gobierno pierde demasiado dinero por esas exoneraciones. Según el diputado Genao, entre exoneraciones, deducciones, créditos y demás ayudas fiscales, el Estado deja de percibir 400 mil millones de pesos al año. O lo que es lo mismo, el 5% del PIB. A eso se le llama «gasto tributario», y ahora mismo representa más del doble que el déficit fiscal (la diferencia entre ingresos y gastos del gobierno).
Difícil que lo veo
Los industriales, hoteleros y cineastas pueden ser capaces de meterle bastante presión al Congreso y al gobierno, pero la mejor garantía de que este proyecto de ley no se aprobará es que también propone eliminar las exoneraciones de importación de vehículos que tienen los legisladores, los jueces, fiscales, militares y diplomáticos. Y tú sabes que los políticos podrán meterse con cualquier cosa, menos con su propio bolsillo.
