La falta de B12 contribuye a la falta de sueño. Fuente externa.
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Autoridades sanitarias y especialistas en nutrición alertan a la población sobre los peligros que representa la deficiencia de vitamina B12, una condición que puede afectar gravemente el sistema nervioso, la producción de glóbulos rojos y diversas funciones metabólicas vitales del organismo.
La vitamina B12 es esencial para mantener la salud neurológica, la energía celular y la síntesis del ADN. Su carencia puede pasar inadvertida en etapas iniciales, pero si no se detecta y trata a tiempo, puede causar daños neurológicos irreversibles y trastornos hematológicos.
Síntomas comunes de la deficiencia
Entre los síntomas más frecuentes que pueden alertar sobre una deficiencia de vitamina B12 se encuentran: Cansancio extremo o debilidad persistente, hormigueo en manos y pies, mareos o pérdida del equilibrio, irritabilidad, depresión o confusión mental, piel pálida o ligeramente amarillenta, lengua enrojecida, lisa y dolorosa, palpitaciones o dificultad para respirar y la pérdida del gusto o disminución de la sensibilidad a la vibración
Ante la presencia de estos síntomas las autoridades de salud recomiendan consultar a un médico de inmediato, ya que un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y complicaciones crónicas.
Grupos más vulnerables
Ciertos grupos de población son más propensos a desarrollar esta deficiencia. Entre ellos adultos mayores de 50 años, personas con gastritis atrófica, enfermedad de Crohn o celiaquía, veganos o vegetarianos estrictos sin suplementación adecuada y pacientes diabéticos que consumen metformina de forma prolongada.
Estos grupos deben someterse a chequeos médicos regulares y vigilar su ingesta de vitamina B12 para prevenir deficiencias.
Prevención y Fuentes naturales
La deficiencia de vitamina B12 puede prevenirse mediante una alimentación equilibrada y el seguimiento médico regular. En casos de riesgo o diagnóstico confirmado, los especialistas pueden indicar suplementos orales o inyecciones intramusculares para restablecer los niveles adecuados.
Las principales fuentes alimenticias de vitamina B12 incluyen carnes rojas, hígado y pescados, huevos y productos lácteos (leche, queso, yogur), mariscos como almejas y ostras, y alimentos fortificados, como cereales y leches vegetales.
Para quienes siguen una dieta vegana o vegetariana, se recomienda una evaluación profesional para determinar la necesidad de suplementos o alimentos enriquecidos con vitamina B12.
Un llamado a la prevención
Las autoridades de salud exhortan a la ciudadanía a mantenerse informada y no subestimar los síntomas asociados a esta deficiencia. Una alimentación adecuada y el control médico oportuno son claves para evitar complicaciones que en muchos casos, pueden ser irreversibles.