Los electrodomésticos inteligentes son dispositivos que se conectan a internet y se controlan mediante una aplicación móvil o haciendo uso de un asistente inteligente de voz como puede ser el de Google, Apple o Amazon. Los fabricantes vendieron una revolución con el lanzamiento de este tipo de dispositivos, pero la realidad es otra.
La llegada de neveras, lavavajillas y lavadoras con conexión a internet parecía algo que los usuarios llevaban años pidiendo. El poder utilizar estos electrodomésticos desde la distancia y a través del móvil se planteó como una revolución técnica de nuestro siglo, pero en la práctica no ha conseguido convencer a los usuarios.
De hecho, resulta curioso que se haya intentado crear una necesidad a la hora de utilizar estos electrodomésticos inteligentes incluso estando fuera de casa. El poner una lavadora desde la oficina para poder llegar a casa y tenderla responde a una necesidad casi creada, porque poner una lavadora es una acción que solo requiere de breves momentos de actividad.
Estos breves momentos se dan al principio y al final, meter la ropa en la lavadora y sacarla, además de tenderla. ¿Qué soluciona una lavadora conectada a internet? Si en la totalidad de los casos es obligatorio haber metido la ropa en la lavadora para que así luego ponerla en marcha estando lejos de casa.
Los electrodomésticos inteligentes no han triunfado y eso preocupa a los fabricantes
El hecho de que los electrodomésticos tengan una conexión a internet no ha supuesto una mejora en su uso por parte de los usuarios. El informe que ha publicado Wall Street Journal y al que ha tenido acceso ArsTechnica deja claro que los usuarios no se toman las molestias de conectar los electrodomésticos inteligentes a internet.
Vamos, pasan completamente de utilizar las funcionalidades de las que presumen los fabricantes lo que hace que los millones de dólares o euros invertidos por estas empresas en desarrollar sistemas de conexión, alerta, aplicaciones e interfaces varias no tengan un motivo aparente para existir ya que no son usadas.
La cifra de la que hablan en el informe hace referencia a un 50% de usuarios que, tras comprarse un electrodoméstico inteligente, decide utilizarlo como un dispositivo completamente convencional. De hecho, los usuarios prefieren no crear un hogar inteligente por el simple hecho de no tener que tomarse la molestia de hacerlo.
Este no el único motivo y, es que, muchos usuarios consideran que dar acceso a sus datos personales para, simplemente, utilizar determinadas características de neveras, lavadoras y lavavajillas no es algo que estén dispuestos a hacer ya que su información personal se encuentra por encima de estas funcionalidades que no han llegado a usar.