Por Ing. Ramón Batista :
La Convención Nacional del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se acerca, y con ella, crecen las preocupaciones sobre la integridad democrática del partido. Denuncias de abuso de poder y amenazas por parte de los seguidores del actual presidente, Luis Abinader, han arrojado una sombra sobre lo que debería ser un proceso electoral justo y transparente.
El PRM, cuyo lema es “Democracia, Desarrollo, Igualdad”, se enfrenta a un dilema que pone en entredicho estos principios fundamentales. En lugar de promover un proceso de selección de candidatos basado en la igualdad de condiciones para todos, se han reportado una serie de incidentes que socavan la democracia interna del partido.
En la zona norte del país, se han documentado numerosos casos de incidentes que amenazan con desestabilizar las próximas elecciones electorales. Por ejemplo, en localidades como San Francisco de Macorís, Pimentel y Castillo, se han registrado amenazas realizadas por altos dirigentes del PRM, incluyendo a un alcalde, quien amenazó a quienes no voten por Luis Abinader. Estas amenazas son un ataque directo a la libertad de elección y socavan la esencia misma de la democracia.
En otros municipios, se han escuchado amenazas aún más preocupantes, como la advertencia de que se recurrirá a la violencia física contra aquellos compañeros que no estén alineados con la corriente de Luis Abinader. Este tipo de conducta es inaceptable en una sociedad democrática y debería ser condenado enérgicamente por las autoridades y líderes del partido.
Además de las amenazas, se han reportado incidentes dentro de las propias oficinas del PRM que suscitan preocupación. Por ejemplo, se ha informado que en el local del PRM en San Francisco de Macorís, una persona se negó a proporcionar información a dirigentes que no forman parte de la corriente de Luis Abinader. Esto plantea interrogantes sobre la transparencia y la imparcialidad en el proceso de selección de candidatos.
Un caso particularmente alarmante es el del presidente del PRM en el municipio de Cabral, el licenciado Hungria Feliz Alcántara, quien envió una comunicación oficial advirtiendo que aquellos que no voten por él podrían perder sus puestos de trabajo. Esta es una amenaza directa a la estabilidad laboral de los ciudadanos y es totalmente incompatible con los principios democráticos y la igualdad de oportunidades.
Además de estas denuncias, ha habido acusaciones de que altos funcionarios del gobierno que preside el también candidato Luis Abinader y sus seguidores están utilizando recursos estatales para hacer campaña en beneficio propio. Esta práctica socava aún más la igualdad en el proceso electoral y cuestiona la ética de quienes están en el poder.
En resumen, la Convención Nacional del PRM debería ser un ejercicio de democracia interna y un ejemplo de igualdad de condiciones para todos los candidatos. Sin embargo, las denuncias de abuso de poder, amenazas y falta de transparencia han arrojado una sombra sobre este proceso. Es fundamental que las autoridades del partido y las instituciones gubernamentales tomen medidas para garantizar la integridad del proceso y proteger los principios democráticos y la igualdad que el PRM dice representar. La verdadera democracia no puede existir en un ambiente de temor y coerción.
