Lo último que necesita el mundo son más armas, pero aquí tenemos otra más. Anduril Industries presenta un dron que se puede llevar en la mochila, y usarlo para destruir un jeep guiado por IA. Por supuesto, solo se va a vender a los militares, aunque tendrá una versión sin armamento.
Los drones kamikazes ya son protagonistas en las guerras, tal como, por desgracia, hemos podido comprobar en la invasión de Ucrania.
Los modelos actuales son bastante grandes y pesados, y deben guiarse por control remoto. Anduril Industries ha presentado un dron de pequeño tamaño, capaz de destruir un jeep usando inteligencia artificial.
De la realidad virtual a los drones militares
Anduril Industries es una empresa fundada por Palmer Luckey. Si eres fan de la realidad virtual, su nombre te sonará. Fue el fundador de Oculus y creador de las pioneras gafas de realidad virtual Oculus Rift, que iniciaron la revolución de la realidad virtual moderna, hace unos años.
Palmer Luckey vendió Oculus a Meta por 2.000 millones de dólares. Con su tecnología, Meta creó las Quest.
Luckey invirtió ese dinero en fundar Anduril Industries, que básicamente se dedica a fabricar drones militares. Y le ha ido bastante bien. Ya ha firmado contratos de más de 1.500 millones de dólares con el Departamento de Defensa estadounidense, para fabricar diferentes modelos de drones.
Lo último en drones kamikazes es el nuevo Anduril Bolt-M. Su principal novedad, dentro del entorno militar, es su tamaño “de bolsillo”, ya que solo pesa 7 Kilos, y se lleva desarmado en una mochila.
Solo se tarda cinco minutos en montarlo, obteniéndose así un dron de pequeño tamaño, muy maniobrable, dotado de la inteligencia artificial más avanzada.
El dron Bolt-M se controla con una consola con pantalla, que recuerda a una Steam Deck. Sin embargo, gracias a la IA, una vez que has fijado el blanco, es capaz de seguirlo por su cuenta, incluso aunque lo pierda de vista. Además distingue entre vehículos militares, vehículos civiles, y personas.
Como vemos en el vídeo de apertura de la noticia, una vez en posición, el dron kamikaze cae en picado, y hace estallar el explosivo de tres kilos que lleva en su carcasa, provocando una onda expansiva capaz de destruir un vehículo, y todo lo que hay alrededor en tres o cuatro metros a la redonda.
El modelo Bolt no llevará explosivos y se usará para misiones de reconocimiento y espionaje. Bolt-M, el dron kamikaze más pequeño, ya ha recibido pedidos de la marina estadounidense, para hacer pruebas.
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