En septiembre de 2022, la Unión Europea informó de que seis países (Dinamarca, Alemania, Islandia, Italia, Letonia y Noruega) formarían un consorcio multinacional de líderes en identidad de confianza en Europa, NOBID.
Este hace referencia al proyecto nórdico-báltico de identificación electrónica, un proyecto piloto de pagos que ha recibido financiación del Programa DIGITAL de la Comisión Europea y comenzará en marzo de 2023.
Hablamos de un monedero digital de identidad de la UE en un proyecto liderado por su presidenta, Ursula Von der Leyen, cuyo objetivo es hacer posible un sistema de identificación digital que sea unificado en Europa para tu móvil.
Esta Cartera de Identidad Digital de la UE (European Digital Identity Wallet) permitirá a los ciudadanos europeos guardar de forma segura sus documentos e información personal en una aplicación (también conocida como monedero).
Por supuesto, estos documentos e información van mucho más allá de los documentos de identidad (DNI) o los permisos de conducir de las personas, sino también historiales médicos, tarjetas bancarias o incluso títulos universitarios. En pocas palabras, estos datos podrán crear una identidad digital global de la Unión Europea para cada ciudadano, que podrá utilizar en todos los Estados miembros.
Con esto se busca, en última instancia, simplificar la forma en que las personas se identifican en todos los aspectos de su vida en cualquier país de la UE, haciendo que todo tipo de procesos y la vida en general sea mucho más fácil y sencilla, desde un móvil.
“Su implantación aprovechará la infraestructura de pagos existente para permitir la emisión de pagos, los pagos instantáneos, las transferencias de cuenta a cuenta y la aceptación de pagos tanto en comercios como en línea”, explican. La Unión Europea reveló en noviembre del año pasado que se prepara para poner en marcha el monedero o Cartera de Identidad Digital de la UE en 2024.
¿Cuáles son sus objetivos y cómo afectará esta novedad a los ciudadanos de la UE?
La propuesta presentada por el CEE, una asociación de más de 40 organizaciones de todos los Estados miembros de la UE “se centra en el uso del monedero digital de identidad de la UE en el contexto de los viajes, como el suministro de información a pasajeros, la compra de bienes y servicios y las interacciones de confianza entre empresas”, afirma el consorcio.
El objetivo de los monederos digitales de identidad europeos es simplificar las transacciones de los ciudadanos y las administraciones públicas y realizarlas en línea sin ningún problema.
Algunos ejemplos de ello son: abrir una cuenta bancaria con un DNI electrónico, matricularse en un colegio, acceder a diferentes sistemas médicos en cualquiera de los estados miembros de la UE… Estos son sólo algunos ejemplos de las tareas que será posible realizar digitalmente cuando se implante la Identidad Digital de la Comisión Europea.
“El caso de uso de los pagos se reconoce como un caso de uso clave basado en varias razones, una de las cuales es la posible ampliación al euro digital”, añaden.
Esta novedad de pagos cuenta con la participación de varios bancos europeos, entre los que se incluyen: DSGV en Alemania, DNB y BankID en Noruega, Nets en Dinamarca, Intesa Sanpaolo, PagoPA y ABILab en Italia y Greiðsluveitan en Islandia.
“La solución se basará en las disposiciones inherentes al monedero para llevar a cabo una autenticación sólida del cliente, así como la vinculación de las transacciones, cumpliendo plenamente los requisitos de la regulación europea sobre servicios de pagos electrónicos. Está previsto que se admitan varias modalidades, incluidos los códigos QR, las notificaciones push y la vinculación profunda”, explican desde la web.
Tal y como se explica en otros medios, que estemos hablando de una solución que tiene un origen en los países de Europa mencionados al principio, no es una casualidad. Y es que, solo por poner un ejemplo, algunos de ellos como Noruega, ya tienen una amplia experiencia en el sector de la digitalización administrativa (el 90 % de su población ya usa el DNI electrónico).
“Todos los países de nuestro consorcio cuentan con infraestructuras digitales bien establecidas. Una gran mayoría de la población de la mayoría de los países participantes ya se beneficia a diario de soluciones de identificación y pago electrónicos”, comentan en su web.
Desde luego, este es un primer gran paso y es solo uno de los ejemplos de cómo puede utilizarse una identidad digital sólida y segura que cumpla la normativa de la UE, como eIDAS (Reglamento europeo de identificación digital) y AML (Anti Money Laundering o lucha contra blanqueo de capitales).
