La travesía para llegar al barrio Cumajón, en lo más profundo de Villa Hermosa en esta ciudad, se ve recompensada al conocer el sueño de una atleta de salto que acaba de obtener una medalla de oro en los Juegos Centroamericanos celebrados en El Salvador.
Con una estatura de 6 pies y 4 pulgadas y 164 libras de peso, un poco por encima de su peso ideal, ella se enorgullece de su medalla, la cual dedica a sus padres, con quienes vive en un ambiente de humildad y pobreza que parecía avergonzarle mostrar y al cual llegaron los periodistas del Listín Diario.
Marysabel Senyu, quien sueña con ganar una medalla olímpica, se prepara intensamente durante cinco horas, seis días a la semana, ya que tiene la mira puesta en Rusia, donde se llevará a cabo su próximo desafío.
Junto a sus padres, exhibió su trofeo, que representa el oro, en el frente de su vivienda, decorada con varias banderas dominicanas, en un barrio al que no se recomienda ingresar si no se es conocido debido a los riesgos que implica.
Su madre, Hermita Fernández, nacida el 11 de noviembre de 1966 en el batey Higo Claro, no oculta su alegría por el logro de su hija, entre otros ocho hijos que ha tenido, mientras que su padre, Louis Coneuis, alias “Machete”, orgullosamente afirma que nació en Haití en 1953 y llegó al país en 1973, desde entonces ha trabajado como cortador de caña, jornalero, agricultor y en otras labores en el ingenio Central Romana, donde actualmente trabaja como sereno de primera categoría.
Doña Herminia recuerda el nacimiento de Marysabel en 1992, en el hospital público Doctor Francisco Gonzalvo de esta ciudad, y menciona que cuando era niña le daba monedas para ir al polideportivo, ya que tanto ella como Karina, la otra hija menor de la familia, quien también optó por el atletismo, siempre han tenido gusto por los deportes.
Herminia mostró su cédula como ciudadana dominicana, anhelando que se haga realidad una ayuda para terminar su vivienda, que está “a punto de terminarse”, junto a la modesta casita donde residen, con un pequeño quiosco de venta de golosinas, lejos de ser una tienda de comestibles.
Cuando vieron a su hija ganar a través de la televisión, saltaron de alegría. Ella comenzó sus entrenamientos con el profesor Rafael Febles, oriundo de El Seibo, responsable del éxito de muchos atletas de la región. Luego, continuó con su entrenadora Natalia Korotoeva, quien le diseñó su programa de entrenamiento en Santo Domingo, una rutina que comienza a las 6:30 de la mañana y concluye a las 11:00 de la mañana de lunes a sábado.
Las aspiraciones de Marysabel Sanyú
“Me gustaría ayudar a mis padres, quienes lo significan todo para mí. Quiero prepararme con la ayuda de Dios para obtener medallas en los Juegos Panamericanos y ganar en las Olimpiadas”, afirma Marysabel, quien dice llevarse bien con Juana Arrendel, una vez medallista panamericana de salto alto, así como con la velocista Marileidy Paulino, con quien ha compartido entrenamientos, habitaciones y ha competido tanto a nivel nacional como internacional.
Senyu forma parte de los Cuerpos Castrenses desde los 16 años, recibe ayuda del PARNI y está cursando el sexto semestre de Educación Física en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Marysabel no se queja ni se siente afectada por los comentarios en las redes sociales, celebra que la mayoría de ellos la apoyan y felicitan por sus logros, y reitera que se lleva bien con sus compañeros atletas. No admira a ninguna figura ni atleta local, y menciona a la ucraniana María Lastikeni como su modelo a seguir, al confesar: “En realidad, me admiro a mí misma”.
Inicialmente, Marysabel aceptó una entrevista para el Listín, pero al día siguiente se arrepintió, y aunque se sorprendió al ver a los periodistas hablar con sus padres frente a su casa, fue Porfirio Cedano (Charlie Papa) del equipo quien la convenció, lo cual resultó clave para permitirles tomar fotos y hablar abierta y sonrientemente.
Una atleta muy humilde
La atleta se mostró tímida al hablar de sus carencias, pero su madre expresó que necesita de todo. No ha recibido ayuda pública ni privada para alcanzar su posición actual y solo recuerda al regidor Braulio Díaz y su inclusión en la nómina de las Fuerzas Armadas.
El enfoque de Marysabel Sanyú
Sonriente y relajada, la alta deportista posó con su medalla alrededor del cuello, en medio de sus padres, uno de los cuales acababa de terminar su jornada laboral, entrada la noche, dejando claro que sin sacrificio no se logran las metas.
