Tres jóvenes españoles han sido condenados a un año de cárcel y a pagar 1.080 euros de multa cada uno, tras estafar más de 350.000 euros a Amazon. Es una de las mayores estafas que ha sufrido la popular plataforma de comercio electrónico en Europa. Lo más curioso es que su única herramienta fueron canicas, tierra, bolígrafos… y mucha picardía.
Otras estafas similares han ocurrido en otros países, aprovechándose de uno de los puntos débiles del gigante del comercio electrónico: las devoluciones.
Según informa Business Insider, estos tres jóvenes (uno tenía 20 años cuando iniciaron la estafa) llegaron a realizar más de 200 pedidos a Amazon entre 2017 y 2019, usando múltiples cuentas. Eran pedidos de productos muy “vendibles” en el mercado de segunda mano: móviles, cámaras, electromésticos, etc. Pero no excesivamente caros, para no llamar la atención.
Tras recibir el pedido, lo pesaban antes de abrirlo. Después se quedaban con lo que había dentro, llenaban la caja con canicas, tierra o bolígrafos hasta alcanzar el mismo peso que el paquete original, y lo devolvían a Amazon.
Amazon les devolvía el dinero y ellos se quedaban con el producto, que vendían completamente nuevo pero a un precio más bajo, en el mercado de segunda mano. Así consiguieron amasar una fortuna de 350.000 euros, que invirtieron en criptomonedas, e incluso crearon una sociedad limitada.
Ese agujero negro llamado devoluciones de Amazon
Seguramente habrás encontrado un punto inexplicable en esta estafa. ¿Cómo es que Amazon no descubrió que esas más de 200 devoluciones eran cajas llenas de canicas, tierra o bolígrafos? Sencillamente, porque Amazon no comprueba la mayoría de las devoluciones.
Recibe docenas de miles de pedidos devueltos al día, y como ocurre en las aduanas, pasan tantos paquetes que no tienen tiempo ni personal para comprobarlos uno a uno. Así que solo comprueban las devoluciones más caras, o las que pueden al azar, y el resto directamente se destruyen. Una práctica por la que ha sido muy criticada.
En todo caso, parece que algunas de estas devoluciones fraudulentas sí fueron detectadas por Amazon, porque la denuncia llegó a Unidad de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Balears de la Policía Nacional, que tras una investigación, detuvo a los tres jóvenes implicados.
Amazon retiró la denuncia cuando devolvieron los 350.000 euros que costaban los productos, pero la fiscalía acusó a los jóvenes de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y estafa agravada. Pedía 2 años de cárcel.
Finalmente han llegado a un acuerdo de conformidad, y han aceptado un año de cárcel, y 1.080 euros de multa. No ingresarán en prisión, ya que la condena es menor de dos años. Aunque ya tienen antecedentes penales.
Los tres jóvenes que utilizaron canicas para llevar a cabo la mayor estafa europea a Amazon, han sido condenados a cárcel y multa. Pero no han perdido la picardía: uno de ellos ha pedido entrar a trabajar en Amazon para tapar los agujeros de seguridad que posibilitaron su estafa. Aún puede sacar provecho de ello…
