Por mucho que avance la tecnología, la nostalgia continúa siendo un factor importante para muchos. Buena prueba de ellos es que actualmente siguen existiendo usuarios que disfrutan de la fotografía tradicional analógica (muchas cámaras antiguas son hoy todavía un filón), y algunos videojuegos en cartucho, vinilos o hasta cintas VHS cuestan un pastizal.
Teniendo en cuenta toda esta moda “vintage”, o incluso la vuelta de algunas cintas en casete, no resulta extraño que otro formato antiguo, el CD, también pueda regresar antes o después. De hecho, la industria china pretende fomentarlo. La diferencia, radica en que en este caso no se centraría específicamente en lo retro, sino que existen cuestiones prácticas por lo que apostar por él.
China y la vuelva del CD
Tal y como señalan algunos medios especializados en tecnología, existen razones para pensar que el CD podría llegar a resurgir de manera similar a como lo hizo durante los años 90, cuando se convirtió por derecho propio en la forma de reproducción más habitual de la industria musical, sustituyendo a los discos de vinilo en casi todos los hogares del mundo.
La razón no sería otra que el llamado CD DM13, un disco compacto de nueva generación desarrollado en China. En muchos sentidos, no se distinguiría de los cedés de toda la vida, solo que en este caso hablamos de una capacidad de almacenamiento más acorde a los tiempos que corren: hasta 13 terabytes. Una enorme diferencia en comparación con los 700 MB que tenían antes.
En estos momentos, conviene destacar que el CD DM13 se utiliza principalmente en aplicaciones científicas y empresariales que requieren de un formato físico, y aprovechan sus innovaciones en tecnología de grabación de láser. No obstante, no sería del todo descabellado que en un futuro surgieran propuestas más comerciales para el público en general que tirarán de él.
Para empezar, está el tema de calidad de sonido. Si le preguntas a muchos amantes de la música, estos generalmente coincidirán en una opinión generalizada: la calidad de audio que ofrecen los vinilos o incluso los cedés es mayor que la que proporcionan los servicios de streaming. Por no hablar, claro, de las posibilidades que tienen a nivel de coleccionismo, por ejemplo.

¿Qué razones existen para volver al CD?
No hay que olvidar tampoco que, hoy por hoy, los amantes de la música tienen un problema al que enfrentarse, que los servicios de streaming no han resuelto: su condición exclusivamente digital, hace que los usuarios siempre se encuentren sujetos a la disponibilidad de una plataforma o, en todo caso, a disponer de conexión a Internet. Los formatos físicos son más “propios”.
Dicho de otra forma: El streaming no garantiza propiedad, sino que los consumidores solo acceden a licencias temporales, por así decirlo. En cambio, el CD asegura la posesión de los contenidos, sin riesgo de perder acceso por cambios de contrato o eliminación de contenido.
¿Podría realmente China devolver al CD al esplendor que tuvo en décadas pasadas, incluso más allá del coleccionismo y la nostalgia? El reto, desde luego, no parece sencillo, pero cosas más raras se han visto, desde luego.
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