Desde hace unas semanas, LaLiga se ha remangado para salir a cazar webs piratas que transmiten partidos de forma ilegal. Pero cuidado porque parece que la situación se les ha ido de las manos. En su afán por bloquear todo lo que huela a piratería, han acabado cerrando páginas que nada tienen que ver con el fútbol. Desde la web de la RAE hasta ChatGPT, se quedaron fuera de juego, literal, por unas horas.
En concreto, miles de usuarios de Movistar, O2 y DIGI se han encontrado con que no pueden acceder a algunas páginas web legítimas, especialmente durante los horarios de partido. Actualmente, están que echan humo.
Básicamente, esta guerra está teniendo graves consecuencias que afectan a millones de usuarios, dejando la duda de si el remedio podría ser peor que la enfermedad.
LaLiga defiende lo que actualmente hacen como una medida muy necesaria y que realmente está funcionando. Según la organización, estos bloqueos “no son ni masivos ni indiscriminados” y se centran en “IP identificadas de forma específica como alojadoras de servicios piratas”.
Sin embargo, expertos señalan que el problema radica en cómo funciona Cloudflare, el proveedor de servicios en la nube utilizado por millones de sitios web. Y parece que hay novedades al respecto. Esta empresa, mosqueada con LaLiga por sus acciones, ha decidido pasar al ataque.
¿Su jugada maestra? Anunciar que va a bloquear las conexiones HTTP en su API y cambiar las direcciones IP de forma dinámica. ¿Qué significa esto? Que le va a poner las cosas mucho más difíciles a LaLiga para rastrear y bloquear contenidos.
El jaque mate de Cloudflare: privacidad 1 – LaLiga 0
Al mejorar la seguridad y privacidad de las conexiones, no solo protege a los usuarios legítimos, sino que también hace casi imposible que LaLiga pueda identificar quién está viendo fútbol pirata.
Pero la cosa no se queda ahí y Cloudflare también ha anunciado cambios en su sistema de DNS autoritativo. En cristiano, es como si cambiaran constantemente la dirección de las casas en Internet. Así, aunque LaLiga sepa que en una “casa” hay contenido pirata, cuando vaya a bloquearla, resulta que ya no está ahí.
La guerra del streaming: ¿David contra Goliat o Goliat contra todos?
Esta batalla entre LaLiga y Cloudflare es solo la punta del iceberg de un problema mucho más grande: la lucha contra la piratería en el mundo del streaming. Por un lado, están las grandes ligas y productoras que quieren proteger sus derechos. Por otro, los usuarios que buscan formas más baratas —o gratis— de acceder al contenido.
Y en medio de todo esto, están empresas como Cloudflare, que se encuentran en la difícil posición de tener que equilibrar la protección de la privacidad de sus usuarios con la colaboración en la lucha contra actividades ilegales. No es una tarea sencilla, y menos cuando tienes a un peso pesado como LaLiga presionando.
En un mundo ideal, LaLiga y las operadoras podrían sentarse a negociar y formar una alianza que beneficiara a todos. Estas podrían unirse para combatir en equipo las IPTV ilegales y para ofrecer una experiencia de calidad a los aficionados, sin tener que sacrificar ingresos.
Sin embargo, la realidad es mucho más complicada. Las operadoras se encuentran en medio de toda esta batalla. Durante años fueron el puente entre el fútbol y el aficionado, pero ahora ese puente se está cayendo. La gente ya no se conforma con la tele de siempre; busca comodidad, velocidad y, sobre todo, precio justo. Esto obliga a las operadoras a reinventarse, a invertir en tecnología y a ofrecer servicios que compitan con las IPTV.
El problema es que, para las operadoras, adaptarse no es solo cuestión de modernizarse, sino también de lidiar con los contratos y las condiciones impuestas por LaLiga.
Con todo esto, no cabe duda de que si esta tensión acaba disparándose, la cosa se puede poner bastante fea. Podrías ver una subida de precios, ya que, en medio de todo esto, las operadoras se verían obligadas a compensar sus pérdidas. Esto significaría que tú, como aficionado, acabarías pagando más para ver el fútbol.
Y no solo se trataría de un problema de calidad o precio. Una guerra abierta entre LaLiga y las operadoras también podría afectar la imagen del fútbol español. Los patrocinadores e inversores podrían salir espantados.
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Etiquetas: Televisión, Deporte, Piratería, IPTV